Madrid, 22 abr (EFE).- El escritor español Luis Mateo Díez, que recibirá mañana el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras en español, considera que en la sociedad actual hay un exceso de realidad y de actualidad ante la cuál el refugio está en el arte y, fundamentalmente, en los libros.
Así lo indicó este lunes el escritor en el encuentro que, como es tradicional, mantiene el galardonado con los medios de comunicación en la Biblioteca Nacional de España la víspera de la entrega del premio que recibirá mañana, Día del Libro, de manos de los reyes en una ceremonia en la madrileña Universidad de Alcalá de Henares.
En el encuentro, Luis Mateo Díez (León, 1942), único autor galardonado dos veces con el Premio Nacional de Narrativa y de la Crítica, y que cuenta además con el Nacional de las Letras Españolas, consideró que está en el momento en el que mejor escribe, aunque le cueste mucho.
Escritor prolífico, recordó que comenzó siendo un autor "lento", aunque ahora escriba mucho. Y siempre tuvo la necesidad de crear un territorio imaginario, su mítica Celama, al igual que lo hicieron maestros como William Faulkner, Gabriel García Márquez, Juan carlos Onetti o Juan Benet.
Precisamente, el Premio Cervantes le fue concedido por “ser uno de los grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino, escritor frente a toda adversidad, creador de mundos y territorios imaginarios”.
Y en la fase "crepuscular" de su vida, debido a su condición de octogenario, dijo, quiere que su obra tenga la "armonía de la totalidad", tras una carrera literaria en la que todos los personajes que ha creado son "héroes del fracaso".
Pero el fracaso, dice, le parece una palabra bonita, al igual que la de "pecado", una de sus preferidas. Será, consideró, por el aliciente que fue en su adolescencia confesar "pecados mortales", lo que le parecía la esencia de las maravillas del mundo: "era un pecador impecable".
De pecados literarios hablan novelas que quedarán inéditas "cuando pase a mejor vida, a la nada", dijo el Premio Cervantes, porque el escritor prolífico "escribe más de lo que debe".
Aunque el discurso que pronunciará mañana en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes es secreto, adelantó que será una reflexión sobre de dónde viene como escritor, qué le hizo serlo: "qué pinto aquí, dónde estoy y lo que dejo para el porvenir".
A pesar de que "con el presente tenemos suficiente, vivimos en una época en la que no existe, porque está invadido por el futuro", consideró.
No obstante, garantizó que será un discurso "agradable de oír", "entretenido y muy entrañable".
Al acto de entrega que presidirán los reyes acudirá vestido con el tradicional chaqué, ya que, asegura, es "muy mandado", aunque "no sumiso". Pero como académico de la Real Academia Española (RAE) está acostumbrado a llevarlo en alguna ocasión. "Y cuando me lo pongo y me miro al espejo, me veo bien", afirmó, pero también dijo que a veces le vienen imágenes del conde Drácula.
Confesó sentirse algo inquieto por la ceremonia, pero confía en que "el miedo escénico" le activará. También indicó que le llena de complacencia y agradecimiento este premio que está "por encima de todo", una huella que quedará en su obra.
Aunque también aseguró sentir cierta inquietud por las ausencias que ha habido en este galardón y citó a uno de sus grandes maestros, Juan Eduardo Zúñiga: "no se puede haber sido tan grande y no haber tenido reconocimiento".
Tras recibir el premio, el martes el galardonado iniciará la XXVIII Lectura Continuada del Quijote, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Las actividades continuarán el jueves 25 de abril con la inauguración de la exposición 'Vivir contando' en torno a la vida y obra de Mateo Díez, coorganizada por la Universidad de Alcalá y el Ministerio de Cultura y, posteriormente, se presentará en el Instituto Cervantes 'Los días y las cosas', un fotolibro en homenaje al autor.