El expresidente de Bolivia Carlos Mesa (2003-2005) emitió su voto en las elecciones judiciales que se celebran este domingo en el país con críticas a los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que prorrogaron su mandato y ordenaron que los comicios sean parciales en cinco de las nueve regiones bolivianas.
En declaraciones a los medios tras votar en el sur de La Paz, el también líder de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana (CC) consideró que “no se ha seguido el camino adecuado” por las decisiones impuestas por el TCP.
“El Tribunal Constitucional ha impuesto unas reglas que rompen la legalidad de la forma de voto unitario, distinguiendo entre aquellos que pueden votar por el TCP en cuatro departamentos y otros que no pueden votar en cinco”, cuestionó.
Para Mesa, “no es una elección ideal”, por lo que expresó su temor de que el resultado legalice “no solamente a quienes sean genuina y legalmente elegidos por el voto popular, sino a aquellos autoprorrogados, sobre todo en el TCP”.
“Esta elección es una transición simplemente, no va a cambiar en absoluto la esencia del proceso, ni los problemas estructurales que tiene la Justicia boliviana, que tiene que modificarse con una reforma constitucional”, sostuvo.
El exmandatario mencionó que los problemas que hubo con las elecciones judiciales de 2011 y 2017 fueron “la militancia partidaria” de los jueces elegidos en esos comicios, los “niveles altísimos de corrupción y la falta de idoneidad profesional” que hicieron que la Justicia boliviana esté “peor que nunca”.
Mesa confió que las autoridades elegidas en estos comicios sean imparciales y “correctas en su administración de Justicia”, en especial en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Aunque también desahució lo que ocurra en el TCP porque cinco de los magistrados que prorrogaron su mandato “se han quedado, van a atornillarse en el cargo” y serán mayoría frente a los cuatro que sean elegidos en esta jornada, lo que, a su juicio, pone en riesgo las elecciones generales previstas para 2025.
La Constitución boliviana vigente desde 2009 establece la elección por voto popular de los magistrados de los principales tribunales del país, previamente seleccionados por el Legislativo, para un mandato de seis años.
Más de 7,3 millones de bolivianos concurren este domingo a las urnas para elegir a 19 de los 26 magistrados del TSJ, el TCP, el Tribunal Agroambiental (TA) y el Consejo de la Magistratura.
En las elecciones judiciales de 2011 y 2017 la mayoría de electores votó nulo y blanco en rechazo a los procesos, al considerarlos manipulados por la mayoría legislativa del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
Debido a un fallo constitucional, en esta ocasión los comicios se realizan íntegramente solo en La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca, mientras que en Beni, Pando, Cochabamba, Tarija y Santa Cruz no podrán elegir a los jueces del TCP y en los dos primeros departamentos tampoco votarán por los candidatos al TSJ.
El mandato de los jueces elegidos en 2017 debía terminar a principios de este año, pero en diciembre de 2023 el TCP decidió ampliarlo alegando que se buscaba evitar un “vacío de poder” a falta de las elecciones que no pudieron efectuarse ese año por problemas en el Legislativo y numerosas causas judiciales que frenaron varias veces el proceso.