El guía de montaña peruano Saúl Luciano Lliuya que ha demandado a la energética germana RWE por el impacto de los grandes emisores en el cambio climático, incluido el deshielo del glaciar cercano a su comunidad en los Andes, ha pedido recusar al perito judicial que estima como bajo el riesgo de una inundación.
Por ello, la lectura de la sentencia será retrasada al próximo 28 de mayo cuando inicialmente la Audiencia Territorial de Hamm en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania, iba a pronunciarse el 14 de abril.
En un comunicado, la corte informó de que el motivo del aplazamiento es “una moción de recusación de los representantes legales del demandante contra el perito” judicial, el ingeniero Rolf Katzenbach.
Las dos vistas en marzo se centraban en determinar si existe una amenaza grave de deterioro de la propiedad de Lliuya por una posible ola de inundaciones debido al rápido crecimiento del lago glaciar Palcacocha en Huaraz, donde reside el demandante.
El lago glaciar ya ha crecido considerablemente, según alega la acusación, y grandes bloques de glaciar podrían desprenderse, caer en el lago y desencadenar una inundación, que alcanzaría varios metros de altura, afectaría a unas 50.000 personas, entre ellas Lliuya y su familia.
Katzenbach estimaba en la vista en sólo un 1 % la probabilidad de que se produzca una ola de crecida en Huaraz en los próximos 30 años.
Si esto ocurriera, la propiedad de Lliuya se inundaría un máximo de 20 centímetros, lo que no afectaría a la estructura del edificio, afirmaba.
Desacuerdo en las evaluaciones
Por contra, el perito del demandante, Lukas Arenson, veía un riesgo mayor debido a posibles desprendimientos de rocas, cifrando la probabilidad hasta en un 30 %.
La abogada del guía peruano, Roda Verheyen, refutó la evaluación del perito de la corte al llamar la atención sobre graves “puntos ciegos” en el informe pericial.
Según la letrada, Katzenbach “subestimó enormemente el riesgo de desprendimiento de rocas debido al deshielo del permafrost y no se tuvieron debidamente en cuenta los efectos del cambio climático”.
Determinar el riesgo es clave, ya que, si el tribunal decide que existe un riesgo jurídicamente relevante para la casa del guía de montaña peruano, pasará a la segunda cuestión probatoria, que se centrará en definir en qué medida han contribuido el cambio climático y las emisiones de CO2 de RWE a este riesgo.
Si el tribunal concluye que Lliuya no está legalmente afectado por una inundación, la demanda será desestimada.
La demanda afirma que RWE es uno de los mayores emisores de CO2 de Europa y es responsable de alrededor de 0,5 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre desde el comienzo de la industrialización.
Lliuya exige que la empresa pague alrededor del 0,5 por ciento de las medidas de protección necesarias en el lago glaciar.
RWE por su parte recalcó al término de las vistas que “la reclamación carece de fundamento”.
“En nuestra opinión, el perito judicial ha demostrado de forma concluyente que no existe riesgo de inundación en un futuro previsible que amenace la propiedad del señor Lliuya. Por lo tanto, en nuestra opinión, el recurso debe ser desestimado”, señaló un portavoz de la energética.
La empresa reiteró que “los objetivos climáticos pertenecen a la agenda política y no a un tribunal”, pero que con independencia de eso ha cumplido “en todo momento todas las normas de derecho público aplicables” en cuanto a la emisión de CO2.
“Sería una contradicción irresoluble que el Estado regulara por ley en detalle las emisiones de CO2, por un lado, y al mismo tiempo impusiera una responsabilidad civil por ellas con carácter retroactivo, por otro”, sostuvo.