El príncipe Andrés duque de York, hermano del rey Carlos III del Reino Unido, anunció este viernes que renunciará a todos sus títulos y honores reales para evitar que las acusaciones que versan sobre él “distraigan” del trabajo de la familia real británica, de acuerdo con un comunicado emitido por el Palacio de Buckingham.
“Tras conversaciones con el Rey y mi familia inmediata y más amplia, hemos concluido que las continuas acusaciones contra mí distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real”, dijo Andrés en una breve nota.
Cuando dice “acusaciones”, el hasta ahora duque de York se refiere a una larga lista de escándalos en los que se ha visto involucrado en los últimos años por su relación con el magnate estadounidense y pedófilo convicto Jeffrey Epstein, así como con un presunto espía chino.
En este sentido, Andrés dijo que negaba “rotundamente” todas las acusaciones contra él y afirmó que la decisión priorizaba su “deber” hacia la familia y su país, al igual que hizo hace cinco años, cuando se retiró de la vida pública.
“Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más. Por lo tanto, ya no usaré mi título ni los honores que me han sido conferidos”, agregó.
Entre los títulos a los que renunciaría se encuentran el de duque de York, el de conde de Inverness, en Escocia; el de barón Killyleagh, en Irlanda del Norte, así como su pertenencia a la Orden de la Jarretera, la más importante y antigua de caballería del Reino Unido.
Lo que sí retendrá es el título de príncipe, puesto que es algo que obtuvo de nacimiento al ser el tercer hijo de la fallecida reina Isabel II y no se le puede desposeer.
Su ex mujer, Sarah Ferguson, tampoco seguirá utilizando la denominación de duquesa de York, pero sus hijas, Beatriz y Eugenia, sí mantendrían el título de princesas, de acuerdo con medios británicos.
Una constante de escándalos
El movimiento de este viernes era ampliamente esperado en el Reino Unido. La presión se había cernido en las últimas semanas sobre la casa real británica, desde de que el nombre de Andrés volvió a salir a la palestra tras la revelación de un correo que envió a Epstein que reveló que había seguido en contacto con él más tiempo de lo que había dicho en una entrevista en BBC.
En el mensaje, el príncipe le decía que estaban “juntos en esto” y le prometía al estadounidense que seguirían en contacto y volverían a “jugar más” pronto después de que éste se hubiese declarado culpable de solicitar sexo a una menor y al día siguiente de que salieran a la luz unas fotografías de Andrés con la joven de 17 años Virginia Giuffre.
Esta última, que se suicidó a los 41 años el pasado mes de abril, publicó este mismo jueves sus memorias póstumas, en las que decía que Andrés creía que tener sexo con ella “era su derecho de nacimiento”, por lo que podría haber sido la gota que ha colmado el vaso.
El duque de York pagó en 2022 varios millones a Giuffre para desestimar el caso, como parte de un acuerdo extrajudicial, si bien siempre negó las acusaciones sexuales de la demandante.
La sombra de Epstein en la familia real británica es alargada, pues en septiembre otros correos electrónicos filtrados revelaron que Ferguson también mantenía relación con el magnate y lo llamaba “amigo supremo”, lo que provocó que varias entidades infantiles retirasen a la hasta ahora duquesa de York de sus patronatos.
Andrés también se vio involucrado a finales de 2024 en otro escándalo, después de que saliese a la luz su relación con un supuesto espía chino, que planteó en las autoridades británicas preocupaciones de seguridad nacional, y se desvelase que tenía un canal de comunicación directo con el presidente chino, Xi Jinping, para promover negocios en el gigante asiático.
Raúl Bobé