El sorpresivo paso del candidato centrista Rodrigo Paz a la segunda vuelta se debe, en buena medida, a la elección de un expolicía, símbolo de la lucha anticorrupción, como vicepresidente.
Las sorpresas de las elecciones en Bolivia no terminan con la eliminación de un candidato que se descontaba iba a pasar a la segunda vuelta electoral, con la derrota de la izquierda -que por 20 años había gobernado al país- o por una población que buscaba una renovación política.
La otra gran sorpresa fue que los candidatos a vicepresidente pesaron en la decisión de los votantes, tanto que, según analistas consultados por Bloomberg Línea, fueron quienes probablemente Ilevaron o impidieron que los presidenciables llegaran a la segunda vuelta, al sumarles o restarles votos.
“En esta elección vemos algo único: los vicepresidentes como figuras que realmente han impactado en la votación en los dos candidatos que han pasado a segunda vuelta”, dijo a Bloomberg Linea María Teresa Zegada, politóloga, socióloga e investigadora del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES).
“Uno positivamente y el otro probablemente restando. En algún momento, hubo una encuesta que midió a los candidatos a la Vicepresidencia y sorprendió que (Edman) Lara apareció como uno de los más populares, pero creo que no se le dio la relevancia que tenía, ya que Rodrigo Paz iba como quinto en las encuestas presidenciales”, agregó Zegada.
El expolícia anticorrupción
Edman Lara, de 39 años, nació en Cochabamba, en una familia de origen humilde, con ocho hermanos y un padre profesor. Conocido como el capitán del pueblo, Lara fue destituido de la Policía tras haber hecho una serie de denuncias de corrupción de manera pública.
Su carrera política inició en 2023 cuando grabó un video en el que un coronel de la Policía le pedía dinero ilegalmente a un ciudadano. El vídeo le dio la fama de hombre correcto, lo que lo llevaría a conseguir el apoyo ciudadano y lanzarse a la política.
Consciente de la simbología, al saberse parte de la fórmula ganadora en la primera vuelta, Lara dio una conferencia de prensa vestido con la camiseta de la selección boliviana de fútbol y acompañado de una gran caravana de gente, que celebraba su victoria en las calles de Santa Cruz, una ciudad de dos millones de habitantes, en la cuenca Amazónica y bastión económico de Bolivia.
“Los policías de tránsito se llevaron mi auto de una calle por estar en un lugar donde no se podía parquear supuestamente y me pedían muchísimo dinero para devolverme mi auto. Eso fue en 2022 y gracias al capitán Lara no pagué nada y recuperé mi vehículo, dijo a Bloomberg Línea Juan Luján, un ciudadano que siguió la caravana y que resaltó que votó por Paz y Lara y su propuesta de darle dos mil bolivianos a los adultos mayores como pensión y quitarles los aranceles a los productos de tecnología o que no se producen en el país.
Gustavo Pedraza, analista político, docente universitario y excandidato a vicepresidente en las elecciones de 2020, dijo a Bloomberg Línea que “la institución que representa la corrupción estatal en su máxima expresión y en la cual menos confía la población boliviana es la Policía, y Lara, al ser quien se atrevió a denunciar lo que sucede desde adentro, se ganó la simpatía de los votantes, sobre todo de los indecisos”.
“Es increíble ver cómo los policías de bajo rango, suboficiales y sargentos subían, en redes, su voto por nosotros”, dijo Lara, abogado de ejercicio libre. “Es la muestra de que los mismos oficiales están cansados de que sean extorsionados por los altos mandos y les cobren rentas y pidan pagos según el destino adonde sean enviados”.
Lara es uno de los personajes más disruptivos de la política boliviana de los últimos años, miembro del Partido Demócrata Cristiano, como fórmula del senador centrista Rodrigo Paz, de 57 años.
Esa fórmula enfrentará, en las elecciones del 19 de octubre, a Rodrigo ‘Tuto’ Quiroga, un político conservador de 65 años, candidato de la coalición Alianza Libre, que ha buscado la Presidencia en el pasado y ya fue presidente por un año, al reemplazar al exmandatario Hugo Banzer (1997-2001), cuando falleció.
“Me parece muy admirable la calidad moral que mostró Lara. ¿Qué policía, en su sano juicio, abandona su carrera por denunciar corrupción cuando podría haber hecho dinero como los demás?”, dijo a Bloomberg Línea la politóloga Ana Lucía Velasco.
Fuera de su inexperiencia en economía y en la formulación y ejecución de políticas públicas de Lara, la candidatura de su fórmula presidencial, Rodrigo Paz, como la de ‘Tuto’ Quiroga y su vicepresidente Velasco, han generado preocupaciones en organizaciones de derechos humanos.
“Se pinta un escenario absolutamente conservador que nos lleva a pensar en retrocesos en los derechos humanos y los derechos de las mujeres”, dijo a Bloomberg Linea Miriam Suárez, vocera de la Casa de la Mujer de Santa Cruz. “Ninguno de los candidatos presentó políticas pensadas en los derechos de la mujer. Hay una preocupación entre las activistas, las organizaciones de derechos humanos y que trabajan por los derechos de la mujer”.
Velasco, la polémica fórmula de Quiroga
“La presencia de Juan Pablo Velasco ha sido muy polémica por su escasa formación política, su poco acercamiento a la realidad boliviana, a pesar de que mostraba otras virtudes relacionadas con la tecnología”, dice la investigadora Zegada. “Pero se podía percibir que no acompañaba de una manera muy oportuna a la candidatura de ‘Tuto’ Quiroga y tuvo muchos desaciertos en las entrevistas e intervenciones”.
Aunque no hay no hay manera de verificar o cuantificar cuánto Velasco perjudicó a la candidatura de Quiroga, Zegada cree que no mostró ser una figura que atrajera al electorado joven, como se pensaba.
La analista considera que el apoyo o críticas en redes sociales son un buen termómetro para entender si los candidatos generan simpatía o no. Y Velasco fue duramente criticado por mostrarse en videos donde contaba que tenía varias tarjetas de crédito y estaba intentando pagar US$12 en un estacionamiento en Estados Unidos.
Bloomberg Línea intentó comunicarse en múltiples ocasiones con la campaña de Quiroga y Velasco para conocer su opinión sobre las críticas, pero no contestaron a las solicitudes. También se contactó al senador Branco Marinkovic, primer senador, pero dijo que la agrupación política no iba a dar declaraciones por ahora.
“No creo que le haya bajado votos Velasco (a la candidatura de Tuto Quiroga)”, dijo a Bloomberg Linea el analista Pedraza. “Lo presentaron como joven empresario, que lo acercó a un sector de clase media juvenil quizás”.
“Velasco vive en otra realidad, él viajando y hablando de sus dificultades para gastar dólares en su vacación y acá la gente ya no puede pagar ni un kilo de carne, ni encontrar aceite”, dijo a Bloomberg Línea Adriana Parada, una joven de 20 años que emitió su voto, por primera vez, en Santa Cruz. “Queremos gente joven, pero no un chico rico que no sabe cómo es la realidad de la mayoría de la gente”.
Velasco también fue criticado porque dijo que no va al mercado, sino que hace sus compras por medio de la App Pedidos Ya Market y no supo responder cuánto costaba un kilo de azúcar en Bolivia, en una entrevista.
Analistas consultados dicen que Lara se mostró humilde y cercano a la gente e hizo propuestas populistas, como la de bajarse el sueldo a 10 mil bolivianos, unos US$1.428 al cambio oficial.
Los votantes querían renovación
Según la politóloga Ana Lucía Velasco, los votantes, en su frustración por ver a los mismos candidatos de siempre, comenzaron a mirar a las figuras nuevas.
En el caso de Samuel Doria Medina, el candidato a vicepresidente, José Luis Lupo, es un economista que había sido ministro cinco veces, con distintos presidentes y que representaba a la clase política, dice Velasco.
“En el caso de Juan Pablo Velasco creo que pusieron un candidato joven casi como un adorno”, dijo a Bloomberg Linea la analista política Velasco. “La gente estaba buscando un outsider, y creo que votaron más por Lara que por el mismo Rodrigo Paz”.
El analista Pedraza dice que el voto fue cambiando debido a la guerra sucia protagonizada por los candidatos que lideraban las encuestas.
“La gente buscaba la renovación e impuso su voluntad”, dice Pedraza a Bloomberg Línea. “La encontró en Rodrigo Paz y Lara, esto sucedió en las últimas semanas y, quizás, por eso no se vio reflejado en las encuestas”.
El pensador aimara e investigador social Guido Alejo dijo a Bloomberg Línea que el voto sorpresivo por la fórmula Paz-Lara se venía cociendo “desde abajo y solventado por las redes sociales, por jóvenes y mujeres trabajadores que tiene otra lógica que no solo es racial”.
Alejo considera que Lara es un expolicía que genera simpatía con la población que ha sido vulnerada por esa institución y por su corrupción campante, que generó un relato muy atractivo para el ámbito popular.
Además, dice que los analistas erraron pensando que el voto que solía ser de la izquierda, del Movimiento al Socialismo (MAS), era un voto corporativo fijo para su candidato Andrónico Rodríguez, que sólo se mueve cuando los sindicatos y gremios les dicen a sus bases por quién votar y la base acata sin cuestionar nada.
Sin embargo, los sectores populares que solían votar por el MAS, en ciudades que fueron bastión de Evo Morales en años pasados, esta vez se inclinaron por el expolicía Lara.