El Gobierno garantizó el trabajo de las misiones electorales del exterior y nacionales. La UE es la que más observadores pondrá a trabajar.
Las elecciones del 17 de agosto serán una de las más vigiladas por la comunidad internacional y veedores ciudadanos. La Unión Europea (UE) es la instancia que más personas incluyó al proceso electoral: 11 analistas especializados en diversas áreas y 82 observadores de largo plazo. La Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento del Mercosur, la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (Capel) y la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal) también confirmaron misiones de observación electoral. Además, durante la jornada de votación y días después habrá un control ciudadano realizado por diferentes movimientos y organizaciones. Estas instancias cuidarán el voto utilizando herramientas digitales, pero también lo harán personalmente en cada mesa de sufragio. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) aprobó un reglamento para los observadores, ya sean nacionales o del extranjero.
Este reglamento establece que las misiones nacionales o internacionales tienen el objeto de “observar la imparcialidad, eficiencia y legalidad de la organización del proceso, así como el cumplimiento de los derechos políticos de ciudadanos y organizaciones que participan de ellos”.
“Viene la OEA, viene el Parlamento del Mercosur, viene toda la delegación de Uniore, va a venir Capel, y vienen varios otros observadores de organismos como Copppal, conferencia que agrupa partidos políticos, viene un grupo nutrido de República Dominicana”, detalló Óscar Hassenteufel, vicepresidente del TSE luego de una reunión con la misión de la UE, que ya se instaló en el país para seguir el proceso electoral del 17 de agosto.
La misión más nutrida es la de la UE. Son 82 observadores y 11 analistas especializados en diferentes áreas, como las temáticas electoral, legal, contexto político, análisis de datos, tecnología electoral, medios de comunicación y redes sociales. Estos expertos ya están en Bolivia y realizan un trabajo con el ente electoral, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y periodistas. Sobre los observadores, 32 ya están en suelo nacional y 50 llegarán días antes de la jornada de votación. Estos se quedarán para revisar el proceso post electoral.
“Una delegación del Parlamento Europeo conformada por representantes de diferentes formaciones políticas se incorporará a las actividades de la misión de observadores de la Unión Europea (UE) unos días antes de la votación. Además, la misión contará con observadores de los Estados miembros con presencia en Bolivia”, detalló la UE en un comunicado de prensa.
Esta misión está liderada por el ex viceprimer ministro de Croacia Davor Ivo Stier. El político y diplomático europeo presentó los objetivos de su misión en Bolivia a menos de un mes de las elecciones generales. Stier llegó al país el 16 de julio y dos días después sostuvo reuniones con los vocales electorales, organizaciones políticas, analistas, medios de comunicación y representantes de la sociedad civil. “Nuestra misión está en Bolivia por invitación del TSE y del Gobierno, y busca contribuir a que se cumplan todos los estándares internacionales en este proceso”, dijo el jefe de la misión, quien también fue europarlamentario y canciller de Croacia.
Control riguroso
La misión europea observará todas las fases del proceso electoral: desde la habilitación de candidaturas, el funcionamiento del padrón y la organización técnica de los comicios, hasta el desarrollo de la campaña electoral, además de la cobertura mediática. Stier anticipó que pondrá especial atención en el día de votación y en el cómputo de votos.
Esta será la sexta vez que la Unión Europea supervise un proceso electoral en Bolivia. Anteriormente, la UE acompañó los comicios generales de 2006, 2009, 2014, 2019 y 2020. Como parte de los preparativos, los integrantes de la misión han mantenido reuniones con diversas autoridades y actores políticos.
El 19 de agosto, dos días después del sufragio, la misión europea publicará un informe preliminar sobre sus observaciones al proceso electoral. Luego se emitirá un documento final con conclusiones y recomendaciones. Todo el trabajo se realizará bajo un estricto código de conducta que garantiza neutralidad e independencia, dijo Stier.
Casi ocho millones de bolivianos están convocados a las urnas y lo más probable es que haya una segunda vuelta prevista para octubre. Además, se elegirá a 130 diputados, 36 senadores y nueve representantes supraestatales. Cabe recordar que en las últimas elecciones de 2020 —después de que las del 2019 fueran anuladas—, la UE envió una pequeña misión de especialistas electorales que avaló el triunfo de Luis Arce.
Lo mismo pasó con la OEA. En 2020 tuvo una pequeña misión y la actual llegará una semana antes de las elecciones, mientras que las demás entidades internacionales lo harán días antes de la votación. Todas se reunirán con los candidatos y autoridades del TSE. Además de estas misiones, existen también los grupos ciudadanos de observación.
Dos de ellas se tratan de la Alianza Observación Ciudadana de la Democracia (OCD-Bolivia) y la alianza ciudadana “Cuidemos el Voto 2025”. En esta última participan las alianzas políticas: Libre y Unidad. Ambas iniciativas coinciden en que este proceso electoral es crucial para la democracia en Bolivia y es por eso que además de una presencia activa en la jornada electoral del 17 de agosto, esperan que el RSE les haga partícipe de las tareas previas a las elecciones, como son los simulacros en los que se pondrá a prueba el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
La alternativa “Cuidemos el Voto 2025” es impulsada por el empresario Marcelo Claure. Esta iniciativa tendrá el aporte de 150.000 voluntarios y el objetivo es llegar a cada una de las mesas de sufragio, según detalló el empresario que radica en Estados Unidos.
También cada alianza y organización política tiene su sistema de control del voto. Unidad, de Samuel Doria Medina, hace un trabajo hace tres meses y tendrá presencia en casi todas las mesas de votación. Lo mismo lleva a cabo Libre, de Jorge Quiroga, que realiza capacitaciones a sus veedores. Mientras que Alianza Popular, de Andrónico Rodríguez, contará con voluntarios de sus sectores sociales aliados. Súmate, de Manfred Reyes Villa, aseguró presencia en las capitales del país y ciudades intermedias.
Ciudadanos en las urnas con tecnología
Son 29 plataformas ciudadanas que estarán en el proceso de control del voto ciudadano. Esta alianza, denominada “Cuidemos el Voto 2025”, busca garantizar el control electoral y defender la voluntad popular en las urnas. Esta iniciativa reúne a varias organizaciones, entre ellas Ríos de Pie y Bolivia 360, proyecto impulsado por el empresario Marcelo Claure y dirigido en el país por Marcelo Trigo.
“La democracia no se cuida sola. Se protege con presencia, compromiso y tecnología. Hoy más que nunca Bolivia necesita de su gente”, expresó la activista Jhanisse Vaca Daza, vocera de la campaña y directora de la organización Ríos de Pie.
Esta alianza mantendrá una comunicación “constante y directa” con la ciudadanía a través de redes sociales, canales de WhatsApp y espacios informativos. Esta estrategia permitirá difundir contenido verificado, combatir la desinformación y mantener a los voluntarios conectados antes, durante y después de las elecciones.
Las agrupaciones que conforman la iniciativa “Cuidemos el Voto” se encuentran: Abogados Somos Todos, Alianza Libre, Alianza del Movimiento de Acción Republicana, Alianza Unidad, Asamblea de Derechos Humanos Santa Cruz, Asociación Cristiana Evangélica, Bolivia360, entre otros.
Marcelo Trigo, de Bolivia 360, afirmó que esta iniciativa se sostiene sobre tres pilares: control electoral conjunto con participación articulada de delegados políticos y ciudadanos en cada mesa de votación, tecnología para la transparencia con la implementación de una plataforma de monitoreo en tiempo real, reporte de irregularidades y registro centralizado y capacitación y participación con formación nacional de voluntarios mediante talleres y entrenamientos para asegurar una intervención informada y ética.