Ginebra, 22 jul (EFE).- Representantes de 189 países firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) iniciaron este lunes en Ginebra doce días de discusiones preparatorias de la undécima revisión de ese acuerdo en 2026, en un clima de cierto pesimismo por las actuales tensiones geopolíticas globales.
"Las circunstancias políticas actuales no son muy conducentes a lograr resultados verdaderamente tangibles, pero estamos trabajando duro para avanzar en el proceso", indicó en rueda de prensa el viceministro de Asuntos Exteriores de Kazajistán, Akan Rakhmetullin, presidente de las sesiones.
El TNP, creado en 1968 y en vigor desde 1970, se revisa cada cinco años, aunque debido a la pandemia la décima revisión de 2020 no se celebró hasta 2022 y la undécima será en 2026, organizándose antes de ella varias reuniones intermedias como la de este verano en Ginebra, que será la segunda.
Las discrepancias actuales, indicó Rakhmetullin, siguen girando en torno a cuestiones como la publicación de forma transparente y contable de los arsenales nucleares de las potencias con este tipo de armamento, algo indispensable para saber también en qué medida los están reduciendo.
"De acuerdo con sus declaraciones públicas, intentan reducir el número de cabezas nucleares, pese a que por ejemplo ya no esté en vigor el tratado bilateral START entre Estados Unidos y Rusia para la disminución de su armamento atómico", recordó el viceministro kazajo.
Por otro lado, desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania ha aumentado la retórica sobre posible uso de armamento nuclear en ese conflicto, algo que ha renovado los temores de la Guerra Fría a las consecuencias del uso de este armamento.
Pese a ello, los países del NPT "intentan permanecer optimistas, aunque tengan diferentes puntos de vista en torno al tratado".
Rakhmetullin puso como ejemplo en la lucha contra la no proliferación a su propio país, que al independizarse tras la caída de la Unión Soviética en los años 90 era poseedor del cuarto mayor arsenal de armamento atómico, pero optó por su desmantelamiento, de acuerdo con los compromisos internacionales asumidos.
"Fue un buen ejemplo de cómo los poderes nucleares pueden colaborar, porque lo logramos con intensa cooperación de Estados Unidos y la Federación Rusa, que nos ayudaron a retirar las cabezas nucleares y el equipamiento", señaló el viceministro kazajo.
"Desde entonces, somos un país muy activo en el desarme nuclear y la no proliferación", aseguró.
La reunión finalizará el 2 de agosto y en ella también se debatirá el uso pacífico de la energía nuclear.
Cinco potencias nucleares son miembros del TNP (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), mientras que India y Pakistán, también con armamento atómico, nunca han sido parte del tratado, al igual que Israel (cuyo arsenal nunca ha sido confirmado).
Corea del Norte sí fue parte del tratado, pero lo abandonó en 2003, tres años antes de llevar a cabo sus primeras pruebas con armas atómicas.