“Estoy convencido de que lo que pasó fue bien montado para acusar al movimiento campesino. Entonces entra la venganza, la militarización”, aseguró Morales en su programa dominical. Cuestionó la versión sobre la muerte del policía en Llallagua y sugirió que el disparo fue ejecutado con precisión. “Es certero a la cabeza. Si es así, son francotiradores. ¿Hay campesinos francotiradores con fusiles y miras telescópicas?”, ironizó, insinuando que sectores rurales no tendrían acceso a ese tipo de armamento.
Morales sostuvo que grupos armados —a los que denominó “paramilitares”— habrían provocado a los movilizados y luego atacado infraestructuras comunales. “El viernes quemaron la sede principal de los ayllus, dos sedes fueron destruidas”, declaró. También denunció la quema de una volqueta y una camioneta pertenecientes a comunarios.
El exmandatario no presentó pruebas que respalden sus acusaciones, pero advirtió que estos hechos desvían la atención pública de temas sensibles para el Gobierno. “Ya se olvidaron de la corrupción, del combustible… montaron esto para desviar el tema mediático”, expresó.
Sus declaraciones se producen en medio de la tensión que se vive en el norte de Potosí por los bloqueos en el lugar, donde las movilizaciones de sectores afines al evismo derivaron en enfrentamientos que dejaron fallecidos.
Hasta el momento, las investigaciones oficiales sobre los hechos en Llallagua no han concluido, y las autoridades no han confirmado la participación de grupos armados no estatales. Tampoco se ha pronunciado el Gobierno sobre las denuncias realizadas por Morales.