Evolución del mercado del vino: calidad, diversidad y sostenibilidad en auge
De la copa al metaverso: la transformación completa del mundo del vino
Vinos más ligeros; con más peso de la fruta, menos madera y menor graduación alcohólica; elaborados con levaduras indígenas y con uvas autóctonas más resistentes fruto de las agriculturas ecológica, biodinámica o regenerativa; aptos para veganos o celíacos y los de mínima intervención (también llamados naturales) protagonizan las actuales tendencias del mercado.
Baja el consumo, sube la calidad
En la actualidad consumimos menos vino, pero de mayor calidad. Y también están siendo corriente productos innovadores para acercar el vino a nuevos consumidores, como los vinos en lata o los desalcoholizados.
Blanco y espumoso: la revolución "tintocentrista"
En un mundo predominantemente "tintocentrista", los vinos blancos y espumosos experimentan un auge global, inundando los mercados con nuevas opciones burbujeantes.
odo parece indicar que entramos en una dinámica que se prolongará. Y no hay duda de que hay una revolución blanca en un mundo "tintocentrista", los vinos blancos y espumosos están en plena pujanza en todo el mundo. No han dejado de irrumpir en los mercados nuevos productos burbujeantes.
Por otra parte, el sector considera que se hace imprescindible ahondar en desestacionalizar el consumo de vino y buscar nuevos momentos de consumo, como el afterwork. Y, sin banalizar que el vino contiene alcohol, se recuerdan las bondades saludables de un consumo moderado con las comidas. Todo el sector se muestra, a la vez, muy preocupado por contener el grado alcohólico de los vinos, luchando contra los efectos de las sequías persistentes y los efectos de la emergencia climática. Y no paran de sucederse iniciativas de sostenibilidad mientras algunos recuperan la tracción animal para labrar sus viñedos, o tener animales sueltos para aplacar las plagas.
Se recuperan técnicas tradicionales y sostenibilidad
Se busca la sostenibilidad integral, lo cual significa no solo minimizar los riesgos ambientales sino también contribuir económicamente y socialmente a la riqueza en las comunidades locales en las que se ubican los viñedos. Y el sector trabaja con ahínco para potenciar el desarrollo rural a través del creciente importe de las inversiones que todo tipo de bodegas están realizando por el enoturismo. La importancia social y económica del vino es cada vez más relevante.
Y mientras tanto, ya hay bodegas que se han adentrado en un mundo paralelo digital (el metaverso), se han aliado con la inteligencia artificial o que lanzan vinos exclusivos para el mercado cripto.