Eliana Quiroz, experta en temas de desinformación, señaló que no se puede concluir con certeza si el audio atribuido a Evo Morales fue generado por inteligencia artificial o si es auténtico, debido a que no se cuenta con el archivo original, lo cual impide un análisis técnico completo.
“Lo que tenemos es el audio difundido por redes y medios. No tenemos acceso al archivo original, lo cual nos hace perder metadatos fundamentales”, explicó Quiroz en una entrevista. A partir de esa limitación, señaló que no es posible hacer afirmaciones definitivas sin un estudio forense especializado.
Según detalló, hoy en día es técnicamente viable clonar una voz con solo tres segundos de audio, gracias a softwares accesibles incluso mediante tutoriales en YouTube. “De Evo Morales existe mucha información de su voz, entonces no había mucha dificultad para hacer un clon”, indicó.
Quiroz señaló que se utilizaron herramientas de detección de audio sintético, como Resemble Detect y AI Speech Classifier, con apoyo de investigadores en Ecuador. Estos programas evalúan aspectos como espectrogramas, calidad acústica, naturalidad y otros parámetros que permiten identificar si una voz fue generada artificialmente.
No obstante, aclaró que la única forma seria de verificar la autenticidad del audio es mediante peritajes forenses. “Esto tiene que ser hecho por especialistas forenses digitales. Es una especialidad del área tecnológica y toma tiempo”, subrayó, añadiendo que en Bolivia sí existen analistas forenses capacitados, como se evidenció en el análisis de actas electorales en 2019.
Aunque algunas plataformas, como Chequea Bolivia, publicaron que el audio “no tiene pistas” de haber sido generado con inteligencia artificial, Quiroz pidió cautela. “Hay elementos que indican que podría haber sido hecho con inteligencia artificial, y otros que apuntan a que puede ser real”, dijo. Agregó que la rápida reacción del Gobierno, que anunció acciones legales la misma noche en que se difundió el audio, genera también ciertas dudas sobre su origen.
En cuanto al contexto, la experta recordó que Bolivia atraviesa un momento políticamente tenso, con amenazas de bomba recientes y la publicación inminente de listas oficiales de candidatos. “Es un contexto delicado, por lo tanto es probable que salga un audio que no sea real”, afirmó.
Sobre la distribución del material, señaló que surgió en los canales de Junior Arias, y que ese tipo de trazabilidad también debe ser considerada en una investigación.
Finalmente, Quiroz llamó a no emitir juicios sin evidencia técnica concluyente. “Sería irresponsable afirmar que el audio es verdadero o falso sin un análisis forense adecuado”, insistió.
También remarcó que este tipo de situaciones se agravan por la ausencia de un marco legal digital adecuado en Bolivia, mencionando la falta de una ley de protección de datos personales. “Necesitamos legislación y tratados que nos permitan proteger los derechos en espacios digitales”, sostuvo.
Además, señaló que para enfrentar la desinformación se requiere una alfabetización digital a mediano y largo plazo, junto con un rol activo de los medios para verificar información. “El periodismo que investiga y contrasta es clave para proteger a la ciudadanía”, concluyó.