Manuel Cáceres, más conocido como Manolo ‘El del bombo’, murió este jueves a los 76 años, dejando tras de sí una vida marcada por la pasión inquebrantable hacia la selección española de fútbol. Su figura se convirtió en un ícono de los Mundiales desde 1982, cuando comenzó a hacerse popular animando con su inseparable bombo, vestido con la camiseta de la selección y el número 12 en la espalda.
Natural de Ciudad Real y criado en Huesca, donde nació su amor por el fútbol, Manolo fue un habitual del estadio del Alcoraz y luego del Zaragoza. Su popularidad se disparó durante el Mundial de España 1982, al que asistió recorriendo más de 15 mil kilómetros en aventones. Desde entonces, fue presencia infaltable en diez Copas del Mundo, faltando únicamente a la última edición en Catar.
En los últimos años, residía en Moncófar (Castellón), aunque su legado también quedó en Valencia, donde abrió un bar frente al estadio de Mestalla, lugar de culto para los amantes del fútbol durante más de treinta años. Su última aparición en un partido de la selección fue precisamente en Mestalla, en marzo pasado, durante los cuartos de final de la Liga de Naciones frente a Países Bajos.
A pesar de las dificultades económicas que afrontó, Manolo nunca dejó de alentar a “La Roja“, siendo considerado el aficionado más fiel del fútbol español. Su bombo ya es leyenda.