El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, destacó que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico “es un flagelo que afecta a numerosos países del mundo” y subrayó que su combate debe realizarse con “respeto y responsabilidad por la vida de las personas y compromiso con los derechos humanos”, tras el operativo policial en Río de Janeiro contra la banda Comando Vermelho, que dejó más de un centenar de muertos.
Ríos afirmó que la política del gobierno de Luis Arce se basa en “la coordinación real y efectiva entre las fuerzas del orden de los Estados y la no estigmatización de las ciudadanas y los ciudadanos”. Además, expresó solidaridad con Brasil y sus autoridades de seguridad por las víctimas del operativo, tanto policías como civiles.
El ministro aseguró que, hasta el último día de su gestión, Bolivia se mantendrá “firme en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado bajo la política de cooperación, coordinación, responsabilidad, respeto por la vida y los Derechos Humanos”. Recalcó también que “enfrentar peligros o amenazas comunes como el tráfico de drogas o el crimen organizado no puede ser utilizado para acechar países ni poner en marcha planes de intervención militar so pretexto de la lucha contra los ilícitos”.
