Las oenegés Greenpeace y Oxfam presentaron este jueves datos para alentar a los Gobiernos a gravar más a las empresas responsables de más emisiones, al hacer público un estudio según el cual el 81 % de la población a nivel internacional apoya que las corporaciones contaminantes paguen por el daño ambiental que causan.
“La idea de los impuestos a los contaminadores está ganando impulso”, declaró Rebecca Newsom, de Greenpeace, en una rueda de prensa en el marco de la Conferencia de Bonn sobre Cambio Climático que arrancó el lunes en esa ciudad alemana.
Para el estudio se encuestó a 1.200 personas por cada uno de los 13 países abarcados, entre los que se cuentan España, México, Estados Unidos, Brasil y la India y que entre todos suman aproximadamente la mitad de la población mundial.
En España, el 89 % de los encuestados respondió que las corporaciones de los sectores del petróleo, el gas y el carbón deberían ser gravadas por los daños que provocan, la tasa nacional más alta por detrás de Brasil (91 %), mientras que se situó a la cola Alemania, donde solo el 68 % apoyó esta afirmación.
A nivel general, el 66 % de los encuestados consideró que son este tipo de empresas las que deben hacerse cargo de los daños por desastres climáticos provocados por sus emisiones y el 86 % apoyó que la recaudación obtenida a través de una subida de impuestos fuese a parar a las comunidades más afectadas.
Greenpeace destacó además el dato de que el 77 % estaría más dispuesto a apoyar a un candidato político que priorizara gravar a los súper ricos y a la industria de los combustibles fósiles.
Ashfaq Khalfan, director de Justicia Climática de Oxfam, recalcó que las empresas de combustibles fósiles emiten cada año la mitad de todas las emisiones globales, las cuales a lo largo del próximo siglo causarán millones de muertes provocadas por el cambio climático.
Según cálculos de la ONG, un impuesto a los beneficios de 590 grandes empresas del sector podría recaudar hasta 400.000 millones de dólares el primer año.
“El objetivo sería hacer las inversiones en renovables mucho más rentables que las inversiones en fósiles”, dijo Khalfan, que aseguró que el plan es “factible”.
“Es una buena idea, los gobiernos deberían hacerlo”, afirmó, aduciendo el apoyo público con que contaría esta medida.
En este contexto, las oenegés presentaron una alianza global a la que se han sumado más de 60 organizaciones no gubernamentales y una veintena de activistas para hacer campaña a favor de que los Gobiernos introduzcan mayores impuestos a las empresas de combustibles fósiles para apoyar a las comunidades afectadas por desastres climáticos.