El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigaran, sostuvo en una entrevista con Asuntos Centrales que la región de Orán ha experimentado un descontrol debido al narcotráfico, con la aparición de lo que denominó “narcotraficantes autóctonos”. Según su análisis, estos grupos locales se han inspirado en célebres narcotraficantes y han replicado métodos violentos vistos en otras regiones de América Latina, con ejecuciones y ajustes de cuentas.
“La narcofrontera con Bolivia se ha corrido 300 kilómetros dentro de Argentina”, señaló Zigaran, explicando cómo la influencia del narcotráfico ha permeado diferentes esferas de la sociedad, incluyendo a la justicia. “Tenemos un juez federal preso por relaciones con el narcotráfico, y la droga pasaba por ambulancias, patrulleros e incluso vehículos de los bomberos voluntarios”, agregó.
Sobre la presencia de narcotraficantes bolivianos en Argentina, Zigaran afirmó que estos mantienen un perfil bajo y que el comercio de estupefacientes se realiza principalmente por intermediarios argentinos. “Para mí, el narcotraficante boliviano nunca cruzó de este lado. La mercadería sí, pero ellos no se exhiben con lujos ni en vehículos llamativos”, sostuvo.
Uno de los temas que ha generado controversia en la frontera es la instalación de un alambrado de 200 metros en Aguas Blancas, que busca ordenar el flujo migratorio y controlar el contrabando y el narcotráfico. “No es un muro, es un cercado que dirige a las personas hacia los puntos oficiales de ingreso y egreso. Lo que queremos es evitar el paso ilegal de entre 1.500 y 3.000 personas por día”, explicó.
La decisión ha generado reacciones en Bolivia, donde el gobierno expresó su preocupación por el impacto en la “buena vecindad”. No obstante, Zigaran minimizó la tensión diplomática, señalando que “Argentina tiene problemas fronterizos con varios países y cada nación refuerza su seguridad como considera necesario”. Además, criticó la falta de reciprocidad en las relaciones bilaterales, mencionando restricciones a los ciudadanos argentinos en Bolivia y la ausencia de cooperación en controles migratorios.
El interventor también respondió a las críticas de los habitantes de Aguas Blancas que consideran que la solución no está en un cerco sino en la generación de empleo. “Si usted le pregunta al resto de los salteños, el 99% quiere hacer la muralla china. No es contra los bagayeros, sino contra los narcotraficantes que se camuflan dentro de ellos”, enfatizó.
Finalmente, Zigaran resaltó que la lucha contra el narcotráfico es una prioridad y que ya se han incautado más de 500 kilos de cocaína desde la implementación del plan de seguridad en la frontera. “Bolivia y Argentina deben trabajar juntas en este problema, pero es fundamental tomar medidas concretas para frenar el avance de los cárteles en nuestra región”, concluyó.
