Jean-Marie Le Pen, fallecido este martes a los 96 años, no ha logrado ver a su hija Marine subiendo los siete escalones que dan acceso al Palacio del Elíseo, pero sí que ha dejado sus ideas de extrema derecha más cerca que nunca de conseguirlo.
Con una salud debilitada desde hace años y con ingresos hospitalarios frecuentes desde hace un par de meses, la muerte de Le Pen ha reabierto el debate en Francia sobre el legado político del fundador del Frente Nacional (FN), rebautizado desde 2018 como Agrupación Nacional (RN) y líder en número de votos en las europeas y legislativas de 2024.
Personaje provocador y mediático por excelencia, emblema de los ‘anti’ (inmigración, Europa, homosexual, semita), la obra de Jean-Marie Le Pen ha sido saludada por el RN de su hija Marine, acogida con frialdad por la presidencia de Francia y criticada sin ambages por la izquierda.
“En seis décadas de lucha política activa, demostró ser un visionario que impuso en el debate público los grandes temas que actualmente estructuran la política como la demografía y su corolario, la inmigración, la globalización y (…) y el riesgo de disolverse en la Unión Europea”, dijo en un comunicado el RN.
El mismo partido que, entonces bajo las siglas del FN y liderado ya por su hija Marine, lo expulsó en 2015 por unas declaraciones que minimizaban el Holocausto consideró ahora al patriarca ultra “un luchador intrépido e indomable”.
Marine Le Pen, a quien su padre brindó las riendas de la ultraderecha francesa en 2011, no se ha pronunciado públicamente del deceso por estar de viaje de vuelta a la isla francesa de Mayotte (océano Índico), a unos 8.000 kilómetros de París. Se espera que la dirigente del RN aterrice en el aeropuerto de Roissy cerca de la medianoche de este martes.
A pesar del nuevo barniz que le ha dado Marine, el RN conserva algunos de los fundamentos del grupúsculo fundado hace 50 años por Jean-Marie, entre ellos la feroz lucha contra la inmigración y contra la integración europea.
De hecho, el germen del patriarca Le Pen contra la inmigración y la Unión Europea se acabó plasmando en otros partidos ultras por toda Europa Occidental.
Y con esos fundamentos la fuerza liderada por Marine Le Pen es, actualmente, líder electoral en Francia y favorita, según los sondeos, a asumir la presidencia francesa en 2027 (si Marine no termina inhabilitada por el caso de trabajadores fantasma en el Parlamento Europeo).
De acuerdo con uno de las encuestas más recientes, la dirigente de la extrema derecha lograría entre el 36 % y el 38 % en la primera vuelta de las presidenciales de 2027, dejándola en una buena situación para vencer la segunda vuelta, en unos comicios en los que el actual presidente, Emmanuel Macron, no puede presentarse por haber cumplido dos mandatos.
Marine Le Pen ya alcanzó la segunda vuelta en las elecciones a la jefatura de Estado en 2017 y 2022, ambas perdidas ante Macron, pero en la última vez con una desventaja mucho menor.
“Marcó una época”
Mientras figuras del espectro ultranacionalista como Éric Zemmour han elogiado a Jean-Marie, como era previsible, el centro y la derecha conservadora han reconocido algunas virtudes al padre de Marine Le Pen.
El primer ministro francés, el centrista François Bayrou, alabó el espíritu combativo de Le Pen padre y el ministro del Interior, el conservador Bruno Retailleau, opinó que el veterano político “ha marcado sin duda una época”.
Una época de varias décadas que se extendió desde que fue escogido como jovencísimo diputado en los años 50 del siglo XX, pasando por la fundación del FN en 1972 de la mano de antiguos colaboracionistas nazis y hasta la final de las presidenciales de 2002 ante el centro-derechista Jacques Chirac.
En un escueto comunicado, la presidencia francesa dijo que el legado de Jean-Marie Le Pen será “juzgado por la Historia”, mientras que el histórico líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon alertó de que, tras la muerte del guía espiritual ultra, prosigue “la lucha contra el odio, el racismo, la islamofobia y el antisemitismo”.
Fallecido en un centro médico en el que estaba ingresado en Garches, cerca de su residencia de Rueil-Malmaison (Altos del Sena, afueras de París), las honras fúnebres de Le Pen padre se celebrarán previsiblemente en Trinité-sur-Mer (Bretaña), pequeña localidad pesquera en la que nació el 20 de junio de 1928.