La expresidenta de Bolivia, Jeanine Anez, salió en libertad tras pasar cuatro años y ocho meses detenida en la cárcel de Miraflores. Al recuperar su libertad, aseguró que actuó por su patria: “Quiero que todo el pueblo boliviano sepa que jamás voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando mi patria lo necesitó. Ese es el compromiso de todo boliviano que ama a su patria, y yo lo asumí sabiendo que en algún momento iba a tener un costo”.
Anez negó que su detención estuviera relacionada con un golpe de estado y afirmó: “Quiero que sepan que no hubo golpe de estado, uno fraude electoral”. Sobre su paso por la cárcel, sostuvo: “Tengo la frente en alto porque no tengo ninguna cola ni dedo que me apunte. No pudieron encontrarme ni un hecho de corrupción”.
Además, la expresidenta hizo un llamado a la justicia y al respeto institucional: “Espero que ya no haya perseguidos ni presos políticos. Espero que se restituya la independencia de poderes. La justicia debe ser imparcial e independiente”.
Sobre su familia, señaló: “Mi hija Carolina sufrió persecución. Nunca me sentí sola, gracias Bolivia, gracias a mi familia”. Anez concluyó subrayando que actuó con convicción y buena fe: “Fue un tiempo muy duro, y Dios me ha enseñado a tener resiliencia. Lo hice con mucha convicción y buena fe, porque así somos las personas decentes, no somos politiqueras ni calculadoras, no buscamos nuestro propio bien sino el bien colectivo”.
