La Compañía de Jesús emitió un comunicado en el que asegura que no protegerá a ninguno de sus miembros que tenga responsabilidad con el encubrimiento en los casos de abusos sexuales revelados del fallecido sacerdote catalán Luis María Roma en la localidad de Charagua. Además, ordenó a una comisión especial contactar a las víctimas de Roma para proceder a su atención y resarcimiento.
El comunicado de la Compañía de Jesús en Bolivia señala lo siguiente:
- Reconocemos con profundo pesar que las actuaciones de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes y actuar en favor de las víctimas fueron negligentes, indolentes y nefastas, sin colocar en el centro de su interés a las víctimas, por lo que quienes obraron de esa manera deberán hacerse responsables de sus acciones en el manejo de tales situaciones, según establezca la justicia boliviana en el marco del debido proceso.
- Las actuales autoridades a cargo del gobierno de la Compañía de Jesús en Bolivia tenemos la obligación moral de no obrar como se hizo en el pasado, digno de enérgica condena. Por ello, además de haber materializado su colaboración con las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público presentando denuncias ante esa instancia con la documentación con la que se contaba, en un línea de absoluta transparencia para que se conozca la verdad de los hechos, urgimos a la Fiscalía del Estado a reabrir el caso del jesuita catalán Luis María Roma y los que considere oportunos, ante la evidencia del testimonio de víctimas y el material colectado en los allanamientos, para establecer las responsabilidades de quienes pudieron conocer los hechos y no haber actuado conforme a ley.
- Dado que la voluntad y mandato de la Compañía de Jesús es atender al daño y dolor ocasionado a las víctimas de abusos sexuales perpetrados por jesuitas ha instruido que una comisión, liderada por la actual Delegada de Ambientes Sanos y Seguros, profesional laica y psicóloga, inicie de inmediato la labor de contactar a las víctimas del caso Roma, y otros más denunciados, para establecer con ellas la mejor forma de atención a su situación particular.