El excomandante del Ejerctio y acusado de ser autor de un intento de golpe de Estado, Juan José Zúñiga, reveló en la segunda parte de la entrevista que en una reunión secreta se le pidió entregar armas de los depósitos de las Fuerzas Armadas, para tener milicias civiles armadas.

“Me pidieron armas de los depósitos, pero les indiqué que esto no sería posible”, comentó Zúñiga y agregó que ante su negativa, hubo una reunión, de la cual él no participó, en la que se habló de la necesidad de comprar armamento y que incluso en esa cita estuvo un extranjero, al que identificó como Sergio, con el que se pretendía conseguir alredor de 5.000 fusiles de asalto AK-47 y la munición necesaria.

Las razones para este pedido eran la falta de confianza hacia las Fuerzas Armadas, en un posible escenario de toma del poder y una convulsión social. De acuerdo con Zúñiga, las milicias armadas serían para defender a Arce y recalcó que el desenlace de este presunta compra, no es de su conocimiento porque ahora él está detenido.

Otro de los datos nuevos que hizo conocer Zúñiga en la entrevista con Data Urgente, fue que el presidente Luis Arce estaba buscando un historiador que lo ayude a cambiar la percepción que tiene la gente de verlo como un traidor, situación que fue puesta en escena en medio de la crisis interna del MAS y los cruces de declaraciones con el expresidente Evo Morales.

Antes de cerrar el diálogo con Data Urgente, Zúñiga habló sobre una reunión secreta con un miembro de la Agetic, a la que describió como una unidad del Estado encargada de todos los datos de los bolivianos. A decir de Zúñiga esta cita era para ver cómo se podría manipular el padrón electoral con miras a las elecciones presidenciales y reiteró que el Gobierno no quiere dejar el poder, por el temor a ser perseguidos y encarcelados si dejan el control del Estado y para consolidar los contratos de litio, punto que para el militar es la verdadera razón de las pugnas de poder que ahora hay en el país.