Siete meses después de la pérdida de su cría, la chimpancé Natalia logró desprenderse de los restos inertes de su pequeña, permitiendo a los cuidadores de BIOPARC Valencia recuperarlos tras un proceso natural.
El año en BIOPARC Valencia, un parque innovador dedicado a la conservación de especies, comenzó con buenas noticias: a principios de febrero de 2024, dos chimpancés de una subespecie críticamente amenazada dieron a luz en sus instalaciones. Sin embargo, la alegría se tornó en tristeza cuando una de las crías falleció repentinamente con solo dos semanas de vida.
El lamentable suceso captó la atención mundial, en parte debido al comportamiento de la madre, Natalia, una chimpancé de 21 años, quien durante varias semanas e incluso meses se negó a desprenderse del cuerpo sin vida de su cría.
Aunque este tipo de conducta es más común de lo que se podría pensar, sorprendió al público, que fue testigo del prolongado duelo que atravesó Natalia por la pérdida de su pequeña.
Aproximadamente siete meses después, BIOPARC informa que Natalia finalmente soltó el cuerpo, que se encontraba en un avanzado estado de deterioro.
Un proceso natural
El desprendimiento ocurrió el sábado 21 de septiembre, tras un largo proceso natural en el que los cuidadores del parque optaron por no intervenir ni retirar el cuerpo de manera forzosa. Finalmente, los restos pudieron ser recuperados por el personal de BIOPARC.
Durante este tiempo, los expertos han estado atentos a la salud de Natalia y a las dinámicas del grupo, que incluye a otros siete miembros: un macho, cinco hembras y dos crías. A pesar de los tristes acontecimientos, la comunidad ha mantenido una actividad relativamente normal, permitiendo a Natalia asumir su duelo de manera instintiva.
Este proceso no es inusual; ya ha sido documentado en chimpancés tanto en estado salvaje como en cautiverio. Esta especie, que muestra un alto grado de inteligencia y comportamiento social, ha demostrado tener patrones de duelo similares a los humanos, como indicó el veterinario y director de BIOPARC Valencia, Miguel Casares. En un artículo publicado por National Geographic, Casares subrayó que aunque los seres humanos gestionan emocionalmente la pérdida de manera similar,
“no sabemos lo que pasa por la cabeza de estas hembras; solo podemos especular”.
Con datos extraídos de The National Geographic