Desde la madrugada de este sábado, la lluvia llegó como un respiro para varias zonas del departamento de Santa Cruz, golpeadas por incendios y una intensa humareda.
Las precipitaciones, anunciadas por el Senamhi, han ayudado a mitigar la contaminación atmosférica y han generado expectativas entre los habitantes de la región, quienes ven en el agua una señal de esperanza. Aunque el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, atribuye la lluvia al bombardeo de nubes realizado por la Fuerza Aérea, expertos en meteorología ya habían previsto la llegada de un frente frío que afectaría a la capital y sus alrededores.
La Chiquitania y otras áreas como Pailón y San José de Chiquitos, que han sido duramente afectadas por los incendios, han comenzado a recibir las ansiadas lluvias, aunque en algunas zonas las llamas aún persisten. Sin embargo, la presencia de tormentas eléctricas y lluvias torrenciales ha dado inicio a lo que se espera sea el fin de la emergencia que afecta la región desde hace tres meses.