La luna y las estrellas son admiradas desde una Colombia sin contaminación lumínica

La luna y las estrellas son admiradas desde una Colombia sin contaminación lumínica

Cielos despejados y un recién entregado sello de calidad lumínica hicieron que la ciudad colombiana de Villa de Leyva se inundase durante el fin de semana de fanáticos del universo que, con sus grandes telescopios, salieron a las calles para alcanzar las estrellas.

A pesar de la tormenta que cubrió los cielos durante la noche del viernes, el sábado escampó y tras un soleado día en el que los aficionados salieron para hacer observación diurna del sol, en la noche la plaza se llenó de gente haciendo fila tras los telescopios para ver la luna y las estrellas.

La República Popular China fue la invitada de honor del Festival Astronómico de Villa de Leyva que, tras 27 años juntando a científicos y expertos de todo el país, consiguió la certificación de la Fundación española Starlight por su buena calidad de los cielos, un sello con el que cuentan lugares de Chile, México o Argentina y que garantiza la buena visibilidad nocturna sin contaminación lumínica.

La empedrada plaza central de Villa de Leyva, que con más de 14.000 metros cuadrados es una de las más grandes de América, estuvo concurrida durante todo el fin de semana por la presencia de grupos escolares, familias, fanáticos y representaciones de la cultura popular china.

Mensajes provenientes de astronautas de China y una estación espacial sobrevolando los cielos de la localidad colombiana hicieron sentir a todos los asistentes como niños que miraban de nuevo hacia el espacio con la ilusión de explorar los cielos desde la tierra.

Estrellas para todas las edades

Cientos de aficionados a la astronomía acudieron entusiasmados con sus telescopios de todos los tamaños a la plaza central del pueblo. "Es el momento ideal para que mi hijo aprenda y herede mi pasión", dijo a EFE Miguel mientras observaba emocionado como su hijo de seis años miraba por el objetivo del gran catalejo.

Durante la noche del sábado, unos relámpagos que esta vez ya no traían consigo la lluvia, dejaron un ambiente tan mágico para ver estrellas, que los más pequeños eran los que pedían a sus padres quedarse "un ratito más" para seguir aprendiendo de los expertos.

De hecho, uno de los objetivos principales del festival este año fue "motivar a los más pequeños a interesarse por los cielos y por el ansia de investigar lo que hay más allá", expresó a EFE el embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang.

El festival astronómico fue abierto para el público de todas las edades y además se vieron desde niños disfrazados de astronautas hasta espectaculares demostraciones de acróbatas chinos con su tradicional danza del dragón.

El festival contó con más de 80 telescopios de uso libre y controlado por expertos de la Asociación de Astronomía de Colombia (Asasac), organizadora del evento.

Colaboración con China

Tanto el embajador de China en Colombia como su equipo estuvieron presentes durante los tres días y aportaron talleres y cursos que llenaron el cupo de las carpas distribuidas por la plaza.

El alcalde de Villa de Leyva, Víctor Gamboa Chaparro, anunció que ya están trabajando en la firma de un acuerdo de cooperación internacional que permita desarrollar proyectos de divulgación de la ciencia en Colombia.

"A China, con toda su potencia tecnológica, queremos plantearle unas propuestas, entre ellas el planetario que queremos sacar adelante en el municipio con su cooperación", detalló Gamboa.

Con el Año Nuevo chino del Dragón recién inaugurado, la delegación de ese país celebró la acreditación de pueblo Starlight que hace que Villa de Leyva se una al desierto de la Tatacoa, en el sureño departamento del Huila, como segundo destino de astroturismo en el país.

Paula Cabaleiro

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