La ciudad minera de Llallagua vive momentos de zozobra tras una noche marcada por enfrentamientos, saqueos y bloqueos. Víctor Hugo Mansilla, vecino del lugar, relató que la población ha mantenido vigilias en los cuatro puntos cardinales para protegerse de ataques atribuidos a personas afines al ala evista del MAS, que estarían generando violencia bajo presión política.
“La ciudad amaneció en tensa calma, pero hemos pasado la noche en vigilia. La gente se organizó para cuidar negocios, campamentos mineros y viviendas, ante amenazas difundidas por redes sociales”, declaró Mansilla. Explicó en Asuntos Centrales que desde el jueves la ciudad permanece aislada: no ingresa combustible ni alimentos, y desde el domingo al mediodía se suspendió el suministro de gas domiciliario.
A pesar de intentos de diálogo convocados por el Defensor del Pueblo, el alcalde y dirigentes cívicos, Mansilla denunció que los interlocutores fueron atacados con piedras y dinamita. “Más de 50 personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad. Seis jóvenes, entre 20 y 28 años, fueron secuestrados y torturados; los abandonaron en la madrugada cerca de una distribuidora de gasolina”, afirmó.
En su testimonio, también denunció saqueos en comercios de la zona del Siglo XX y destrozos en edificios construidos por los propios vecinos. “Parecían personas entrenadas, lanzaban piedras desde desmontes con hondas. Entraron hasta la plaza central, rompieron vidrios, quemaron motos y robaron equipos en oficinas”, relató. Asegura que la situación ha generado trauma, especialmente en niños, y una psicosis colectiva en la población.
Mansilla pidió a las autoridades nacionales que intervengan para restablecer el orden. “Solicitamos la presencia del Gobierno, del Ministerio de Gobierno, del Ministerio de la Presidencia y del Gobernador para que se militarice la zona y se garanticen nuestros derechos. Somos un pueblo de paz, que quiere progreso y desarrollo”.
Finalmente, hizo un llamado a la solidaridad nacional: “Llallagua ha sido el pulmón de Bolivia, gracias al estaño de esta tierra se forjaron fortunas en todo el país. Hoy pedimos que no nos olviden y que nos devuelvan la paz que merecemos”.