La brecha salarial entre hombres y mujeres es un tema aún pendiente en Bolivia, donde muchas optan por la economía informal ante la carga que supone el trabajo de cuidados en casa que recae principalmente en sus hombros, sin remuneración alguna.
En Bolivia las mujeres reciben menos remuneración que los hombres en trabajos similares, además están concentradas en puestos bajos, ya que aún los cargos gerenciales siguen siendo en su mayoría para hombres, dijo a EFE la directora global de servicios financieros de Pro Mujer, Marisol Fernández.
Si bien se ha avanzado en la paridad, es decir que cada vez hay un mismo número de mujeres y hombres trabajando en un lugar, a medida que va subiendo el "escalafón de cargos se va perdiendo la representatividad femenina", comentó a EFE Patricia Hurtado, directora de la Fundación Iguales en Bolivia.
Esto quiere decir que, si bien hay trabajadoras, aún no están en puestos de liderazgo, sentenció Hurtado.
Se estima que, en los directorios de grandes empresas en el país, de 10 puestos uno es ocupado por una mujer y en compañías medianas hay una por cada ocho directores, por lo que aún se debe trabajar en el liderazgo femenino y acortar estas brechas, comentó Hurtado.
De acuerdo con la encuesta de hogares del Instituto Nacional de Estadísticas de 2022, un hombre en un puesto alto administrativo gana alrededor de 23.000 bolivianos, unos 3.345 dólares, mientras que las mujeres en el mismo cargo perciben una media de 17.000 bolivianos, unos 2.472 dólares.
Además, son pocas las mujeres que ocupan altos cargos en el área financiera, donde los hombres aún siguen liderando, pero en rubros de comercio y servicios cada vez hay más presencia femenina, al igual que en el área de comunicaciones, señaló Fernández.
Las mujeres en el país tienen 27% menos probabilidades de tener las mismas oportunidades que los hombres, según información del World Economic Forum de 2022.
Economía informal
La carga desproporcionada de cuidados que recae principalmente en las mujeres hace que muchas veces no acepten puestos altos, ya que además de trabajar tienen hijos pequeños y se encargan de los quehaceres del hogar, lo cual les dificulta superarse, consideró Fernández.
"Hemos visto muchas veces el tema de que las empresas dicen que no contratarán mujeres porque significan una carga social adicional, tienen la posibilidad de embarazarse, tiene que hacerse cargo de las labores domésticas, tienen periodos de maternidad, entonces hay que trabajar en la concienciación de las empresas respecto a la igualdad de género", sostuvo Fernández.
Esta situación genera que las mujeres busquen en la economía informal una forma de ganar dinero que les permita trabajar y hacerse cargo de los quehaceres del hogar, cuando esas responsabilidades debieran ser compartidas con la pareja.
Hurtado señala que las mujeres están "sobrerepresentadas" en la economía informal que representa el 80% del país y no cuentan con los beneficios sociales ni jubilación, por lo que están en desventaja.
"Tenemos que apuntar a que cada vez haya mayores posibilidades para que las emprendedoras tengan acceso a la formalidad y a las prestaciones", enfatizó Hurtado.
A pesar de que no hay muchos datos al respecto, una encuesta del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario elaborada en 2023 señala que las mujeres pasan en promedio un poco más de seis horas al día haciendo trabajo doméstico y de cuidado, mientras que los hombres invierten tres horas de su tiempo en la misma labor.
Hurtado dijo que este es un momento en el que "ya no se pueden perpetuar las desigualdades en razón de género", por lo que es importante trabajar en la "solidaridad" entre mujeres y dejar de verse como competencia, sino como compañeras.
En ese sentido la Fundación Iguales da talleres a mujeres emprendedoras, empresarias y niñas sobre liderazgo para que se forme una comunidad y que cuenten con las herramientas necesarias para llegar a esos altos cargos, que ya beneficiaron a unas 210 mujeres.
"Creemos que el liderazgo del futuro es femenino", recalcó Hurtado.
Mientras que Pro Mujer da créditos individuales o comunales a mujeres que "no pueden acceder financiamiento en la banca regular" que ha llegado a miles y cuenta con una plataforma "Emprende" que les ayuda para impulsar su idea de negocio.