El director técnico de la selección boliviana, Óscar Villegas, reflexionó sobre el camino recorrido por el equipo nacional en estas eliminatorias, marcado por un cambio generacional, la confianza en los jóvenes y el respaldo de líderes experimentados que han sabido acompañar el proceso.
Villegas recordó que asumió la conducción de la selección en el último lugar de la tabla, con apenas tres puntos, y que el trabajo comenzó sin promesas desmedidas. “Lo que pensábamos hacer en un proyecto para la siguiente eliminatoria, lo tenemos en esta” explicó, destacando que el triunfo inicial y la propuesta de renovación fueron determinantes para devolver confianza y nuevos aires al plantel.
El entrenador remarcó la importancia de apostar por jugadores jóvenes como Miguel Terceros y Moisés Paniagua, quienes han demostrado estar a la altura del reto internacional. A su criterio, esta apertura es posible porque “estos jóvenes demuestran que están en la capacidad de poder rendir en la selección”, siempre acompañados de referentes como Carlos Lampe y Guillermo Viscarra, cuya experiencia y ejemplo resultan fundamentales dentro del campo de juego.
En cuanto a la presencia de nacionalizados, Villegas sostuvo que, si bien en el pasado aportaron a la selección, en este ciclo se optó por fortalecer la identidad del futbolista boliviana. Afirmó que el jugador local “se siente mucho más dueño de su selección, mucho más respaldado”.
El técnico también se refirió a las dificultades que atravesó en el proceso, reconociendo la presión de un entorno “exitista” y las críticas que surgen cuando los resultados no acompañan. Aun así, valoró el apoyo de la afición y el cariño recibido en este momento de éxito, al que calificó como “una alegría necesaria para el país”.
Sobre su equipo de trabajo, Villegas subrayó que está conformado por profesionales bolivianos, desde analistas de rendimiento hasta preparadores físicos y entrenadores de arqueros, además de un área de nutrición. Señaló que se trata de un grupo joven, capacitado y con la incorporación de nuevas tecnologías que enriquecen el desempeño de todas las divisiones de la selección, desde la mayor hasta la sub-15.
El entrenador también habló sobre la planificación de cara al repechaje. Explicó que se empezará a trabajar en el análisis de posibles rivales de Oceanía, Centroamérica y África, reconociendo que los equipos africanos serían los de mayor complejidad. En cuanto a la preparación, anticipó que la selección se entrenará en Santa Cruz en caso de que los partidos se jueguen en Monterrey, ciudad situada a baja altitud, y que Guadalajara representa una opción más cercana a las condiciones a las que Bolivia está acostumbrada.
Finalmente, Villegas recordó que su llegada al banquillo no estuvo acompañada de grandes discursos ni promesas, pero que el presente del equipo le inspira a mirar más lejos. “Nunca prometí nada, pero cuando uno está acá no deja de soñar”, resumió, en un momento que los hinchas celebran como uno de los más alentadores para el fútbol boliviano en los últimos años.