En el aniversario 183 del departamento del Beni, el presidente Rodrigo Paz instó a replantear el modelo de desarrollo nacional y afirmó que el litio debe convertirse en el nuevo eje para fortalecer las economías regionales del país.
Durante su intervención, Paz remarcó que los debates ideológicos no han permitido resolver los desafíos estructurales de Bolivia y que es necesario priorizar resultados. Recordó que en dos décadas de explotación de hidrocarburos, el país recibió alrededor de 60.000 millones de dólares, pero aun así enfrenta una deuda combinada —interna y externa— que bordea los 40.000 millones, situación que calificó como una señal de que “la bonanza no se transformó en capacidades”.
El mandatario sostuvo que los recursos energéticos anteriores deberían haber servido como plataforma para impulsar proyectos productivos en cada región, y comparó ese potencial con el rol que podría cumplir el litio en la actualidad.
“El litio no debe verse como un fin, sino como una oportunidad para que cada departamento fortalezca su base económica según sus particularidades”, afirmó.
Paz también alertó sobre el rezago educativo del país, señalando que Bolivia ocupa una de las últimas posiciones en Sudamérica pese a haber contado con ingresos históricos en el pasado. Consideró que la falta de inversión sostenida en educación impide mejorar la productividad y limita el crecimiento regional.
En su mensaje, hizo un llamado a “no abandonar la construcción del país” y destacó que el Beni surgió como una decisión estratégica para consolidar el Estado, por lo que su aniversario debe servir —dijo— como recordatorio de la necesidad de articular una visión nacional más sólida.
