Lo que parecía un vuelo más en la agenda del coronel retirado de la Fuerza Aérea Paraguaya, Edgar Noceda, se transformó en un secuestro aéreo con destino forzado a Bolivia. Noceda, acompañado por su copiloto José Augusto Pérez, fue interceptado por un grupo armado el pasado 12 de julio, mientras trasladaban una caja fuerte desde el aeropuerto Silvio Pettirossi hasta Canindeyú (Paraguay).
Según declaraciones brindadas a medios paraguayos, ambos pilotos fueron interceptados por cuatro hombres armados al llegar a su destino. Tras ser amenazados con armas de fuego, fueron obligados a retomar el vuelo con nuevas coordenadas que los dirigían hacia territorio boliviano.
Noceda relató que uno de los secuestradores también era piloto y controlaba los movimientos dentro de la aeronave, lo que impidió emitir señales de emergencia. Sin embargo, el transponder de la avioneta permanecía encendido, y Noceda optó por realizar maniobras no autorizadas con la intención de ser detectado por radares.
Tras casi una hora y media de vuelo, y con el combustible en niveles críticos, el piloto realizó un aterrizaje forzoso en un camino vecinal del municipio de Kó (Departamento de Paraguarí, Paraguay). El ruido alertó a los pobladores de la zona, quienes filmaron el aterrizaje.
Las autoridades policiales llegaron al lugar tres horas después, y la Fiscalía se presentó en horas de la noche. Ambos pilotos fueron inicialmente detenidos bajo sospecha de posible vinculación con el hecho. La caja fuerte transportada fue encontrada vacía.
Días después, la Policía detuvo al ciudadano brasileño Newton Sergio Dias Donni, de 77 años, señalado por los pilotos como uno de los implicados en el secuestro. Donni afirmó haber sido obligado a participar, aunque medios locales reportaron que cuenta con antecedentes en vuelos irregulares.
El caso generó preocupación en el sector aeronáutico civil del país. La Asociación de Pilotos Civiles de Paraguay expresó su inquietud por la seguridad aérea y solicitó mayor vigilancia en los vuelos internos.
Actualmente, tanto Noceda como Pérez retomaron sus actividades profesionales. El caso sigue bajo investigación por parte de la Fiscalía.