Tal como adelantó José Gabriel Espinoza, ministro de Economía, la semana pasada sobre el estado crítico de las instituciones económicas, este domingo el presidente Rodrigo Paz Pereira profundizó el diagnóstico y afirmó que el país enfrenta una situación mucho más grave de lo esperado.
“No estamos transformando un Estado tranca, estamos haciendo una autopsia, porque el Estado está muerto”, declaró al concluir la reunión del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conape).
Paz reveló que, durante los primeros días de su administración, se encontraron numerosas irregularidades, algunas ya en investigación, y adelantó que se ha detectado un posible robo que supera los 15.000 millones de dólares. Entre los casos mencionó la compra de nueve radares por más de 360 millones de euros, que no funcionaron durante una década.
Afirmó que se presentarán denuncias ante las instancias correspondientes, “con respaldo y sin persecución política”.
El mandatario también alertó sobre el estado de las finanzas públicas:
“Todo lo que estaba como presupuesto, antes de que entremos, ya se gastó. No hay nada en las arcas. No hay platita; se gastaron toda la platita”, dijo, al señalar que su gobierno trabaja para transformar “el malgasto” en soluciones efectivas, aunque reconoció que será un desafío complejo.
Paz advirtió que los hallazgos podrían continuar multiplicándose: “Esto es como una caja de Pandora; donde tocamos, sale pus”. Sin embargo, aseguró que su administración está enfocada en “reordenar la casa”.
En materia económica, destacó que “la estabilidad es un bien público” y que los bolivianos ya perciben señales positivas, entre ellas el compromiso de llegada de dólares tras las conversaciones previas al cambio de gobierno.
Sobre los combustibles, garantizó la provisión y confirmó investigaciones sobre redes delictivas: “Hay una mafia establecida dentro de la ANH y de YPFB, parte de mafias nacionales e internacionales que le quitan gasolina y diésel a los bolivianos”, señaló, citando el caso reciente de una cisterna interceptada en El Alto.
Consultado sobre futuras determinaciones respecto al subsidio a los combustibles, indicó que las decisiones serán paulatinas, valorando la caída del riesgo país, la baja del dólar y el avance en la atracción de inversiones.
Por último, se dirigió a las regiones anunciando una revisión de créditos, proyectos aprobados y nuevas iniciativas que podrían financiarse para redireccionar recursos. “Lo que antes era un mal uso de recursos, pasará para obras y producción”, afirmó.
