En su primer discurso oficial tras asumir el mandato, el presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, enfatizó que “este lugar no es de poder, es un mandato de servicio” y llamó a una nueva etapa marcada por la libertad, la reconciliación y la producción.
El mandatario señaló que el país enfrenta graves problemas estructurales: “Nos dejan una economía quebrada… inflación, escasez, deuda, desconfianza… este es el país que nos dejaron”, y planteó la meta de transformar no la patria, sino el “Estado tranca y corrupto” para que funcione al servicio de los ciudadanos.
Paz Pereira propuso un modelo de “capitalismo para todos”, que incluya un Estado eficiente, regiones autónomas fortalecidas y una economía formalizada: “Queremos que ser formal en Bolivia sea barato… hoy día el 85 % de la economía nacional es informal”. Además, anunció medidas concretas para revertir la crisis energética: “Desde anoche están entrando nuestras fronteras cisternas… para acabar con las malditas filas que nos deja este gobierno”, advirtiendo a las empresas estatales YPFB y Ameche que no tolerará incumplimientos.
El presidente también abordó la importancia de la educación, la juventud y la innovación como motores del desarrollo: “Este será el gobierno de la innovación, de la ciencia, de la tecnología y del futuro verde… ningún niño boliviano se quedará desconectado del futuro”. Subrayó la defensa del medio ambiente junto con el crecimiento económico: “No más divorcio entre desarrollo y naturaleza; vamos a construir un gobierno verde”.
En materia de gobernanza y transparencia, Paz Pereira anunció auditorías a ministerios y empresas estatales ocupadas políticamente durante las últimas dos décadas: “Estamos recuperando el Estado para los bolivianos… hoy los bolivianos no van a trabajar para el Estado, el Estado tiene que trabajar para ustedes”.
El mandatario hizo un llamado a la unidad y al respeto por los símbolos nacionales: “Cuando nos dividimos, perdemos la patria; cuando nos unimos, somos invencibles… la democracia es respeto al otro, a su opinión, a su identidad, a nuestros símbolos, a nuestra tricolor y a nuestro escudo”.
Finalmente, recordó la herencia de los padres fundadores, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, y cerró su discurso con un mensaje de fe y compromiso: “Ser y estar boliviano para sacar la patria adelante… con trabajo, con honestidad y con la gracia de Dios vamos a levantar a la patria. Bolivia, Bolivia, Bolivia… ¡Viva Bolivia! ¡Viva la patria, carajo!”.
Este discurso, pronunciado en la sede de la Asamblea Legislativa Plurinacional, marca el inicio de un gobierno que promete reformas estructurales, transparencia, un Estado eficiente y un fuerte llamado a la unidad nacional.
