La Federación Departamental de Carniceros de Santa Cruz ha decidido extender su paro a tiempo indefinido como respuesta al aumento del precio del kilo de carne gancho, que ha escalado de 21 a 28 bolivianos. Este incremento no solo afecta a los carniceros, sino que también repercute en las familias cruceñas que dependen de este alimento básico. En un comunicado, el gremio expresó su "indignación y rechazo" ante la "brutal e injustificada" alza de precios, haciendo un llamado a la población para que se una a esta protesta que busca restablecer la justicia en los costos de la carne y otros productos esenciales.
Mientras tanto, en diversas ciudades del país, se han reportado largas filas en los centros de distribución de arroz. A pesar de que las autoridades aseguran que hay suficiente suministro, la población se muestra inquieta ante la falta de acceso a alimentos básicos. La situación se agrava con la cercanía de la festividad de Todos Santos, lo que ha aumentado la demanda de productos como harina y azúcar, provocando una sensación de escasez que ha llevado a muchas personas a formarse en largas colas desde la madrugada.
La intersección de estos dos problemas alimentarios pone de relieve la crisis económica que enfrenta Bolivia en la actualidad. Los carniceros exigen la intervención del Ministro de Desarrollo Productivo, mientras que la población continúa lidiando con la incertidumbre en el acceso a productos esenciales. La falta de control de precios y la especulación en el mercado son factores que han contribuido a esta problemática, afectando a la economía familiar y generando preocupación entre los consumidores.