Durante la misa dominical celebrada este domingo, en el marco del jubileo de los deportistas, monseñor René Leigue, arzobispo de Santa Cruz, dirigió un mensaje especial a los atletas presentes, a quienes alentó a ser un ejemplo para otros y a compartir su experiencia con las nuevas generaciones.
En su homilía, el prelado reflexionó sobre el rol que cumplen los deportistas en la sociedad y destacó que muchas personas, especialmente jóvenes y niños, los ven como referentes. “Sean testimonios para los demás”, expresó, al tiempo que remarcó la importancia de no limitar el éxito deportivo al ámbito individual.
“Hoy disfrutan de la vida haciendo lo que les gusta, el deporte, pero piensen que eso no es eterno. Hay que compartir con otros, ser también maestros de otros”, señaló monseñor Leigue.
El arzobispo mencionó que algunos jóvenes buscan oportunidades dentro del mundo deportivo y, en ocasiones, no logran acceder a ellas. Comparó esta situación con la parábola del Evangelio del día, que narra la historia del hombre rico y el pobre Lázaro. “A veces los que están metidos ahí no les dan oportunidad. Están como Lázaro, pidiendo migajas”, dijo.
También se refirió a la dimensión espiritual dentro del deporte, mencionando que algunos atletas realizan oraciones antes de competir. Invitó a vivir la fe de manera constante y no solo en momentos puntuales. “No podemos pedir y pedir y no dar nada. Den también de su tiempo y su fe, manténganla firme”, agregó.
Durante su intervención, monseñor Leigue compartió que él mismo practicó deporte en su juventud y señaló que, con el paso del tiempo, las capacidades físicas cambian. “Ahora cuánto no quisiera, pero el cuerpo ya no da”, comentó, en tono personal.
El jubileo de los deportistas fue parte de una jornada más amplia que coincidió con el inicio de la Semana de Oración por la Hermandad y la Creación, que se realiza en conjunto con las diócesis de Hildesheim y Tréveris (Alemania). En este contexto, el arzobispo también hizo un llamado al cuidado del medio ambiente y al respeto por la “casa común”.