Ucrania se enfrenta al riesgo de cortes de gas por los ataques rusos a su infraestructura

Ucrania se enfrenta al riesgo de cortes de gas por los ataques rusos a su infraestructura

Agencia EFE

Ucrania se enfrenta al riesgo de sufrir cortes en el suministro de gas en uno de los períodos más fríos de este invierno, en medio de la intensificación de los ataques rusos con misiles contra sus infraestructuras gasísticas y de la caída a niveles mínimos récord de las reservas ucranianas de gas almacenadas.

Según han advertido varios expertos ucranianos en energía después de que Rusia atacara anoche con 19 misiles instalaciones de procesamiento de gas de la región de Poltava, en Ucrania central, el incremento de los bombardeos rusos podría provocar una catástrofe humanitaria en el país invadido.

Volodímir Omelchenko, especialista en energía del Centro Razumkov de Kiev, alerta de que el objetivo de Rusia es provocar el colapso del sistema energético ucraniano.

Según el experto, cerca del 80 % de la capacidad de generación de electricidad ucraniana está actualmente dañada, destruida o bajo control de las fuerzas de ocupación rusas, pese a lo que Ucrania ha conseguido evitar un apagón total. Ante esta situación, Rusia ha puesto en su punto de mira las infraestructuras de gas.

El gas tiene importancia para Ucrania tanto a la hora de producir electricidad como de hacer funcionar la calefacción de millones de hogares. Con temperaturas que alcanzan los diez grados bajo cero por las noches, la falta de calefacción puede tener un impacto humanitario severo y provocar, en el peor de los casos, una nueva ola de refugiados.

El peor momento para el ataque

Rusia ya ha atacado infraestructuras gasísticas de Ucrania en ocasiones anteriores. Instalaciones de procesamiento y almacenamiento de gas de las regiones de Járkov (noreste) y Leópolis (oeste) ya sufrieron varios ataques de misiles y drones rusos en enero y a comienzos de febrero.

Ucrania no hace públicos los detalles sobre el daño causado por estos ataques, cuyos efectos podrían sentirse fácilmente en un contexto en que las reservas de gas alcanzan un récord negativo al haber caído por debajo del 10 % de la capacidad de almacenamiento.

Ucrania produjo 19.120 millones de metros cúbicos de gas en 2024, y se esperaba que pudiera cubrir una demanda que se redujo de forma sustancial debido a la caída de la producción industrial a causa de la guerra.

Sin embargo, las reservas de gas que pueden ser utilizadas de forma inmediata han caído hasta el 9,3 % de la capacidad total de almacenamiento, según la asociación continental de operadores gasísticos Gas Infrastructure Europe. La cantidad disponible y el nuevo gas que se procese deberían ser suficientes para cubrir las necesidades de febrero y marzo, pero las bajas temperaturas y los ataques rusos podrían hacer que las reservas se agoten antes del final del invierno.

Los grandes consumidores industriales y las empresas e instituciones públicas serían las primeras en ver su suministro y acceso a calefacción afectados si se introducen cortes de gas, según los expertos. Algunas centrales eléctricas precisan de gas para generar electricidad y podrían recurrir al carbón o al fuel para reducir el consumo de gas.

Ante estos riesgos, Ucrania está importando gas del extranjero, según la empresa pública Naftogaz.

Según ha escrito en su cuenta de Facebook Serguí Makogon, antiguo responsable del sistema de transporte de gas ucraniano, el gas importado es particularmente caro y no llega en cantidades suficientes.

Un instrumento de chantaje

Para Volodímir Omelchenko, el experto del Centro Razumkov, los ataques rusos podrían tener como meta forzar a Ucrania a negociar la reanudación, en términos favorables a Moscú, del tránsito de gas ruso a Europa a través de territorio ucraniano.

Ucrania dejó de permitir el paso de gas ruso el pasado 1 de enero al rechazar renovar el contacto con Gazprom que lo hacía posible para privar a Rusia de los 6.000 millones de euros que obtenía de la venta de este gas y utilizaba para financiar la invasión.

Desde un punto de vista técnico, las dificultades que atraviesan las reservas de gas ucranianas no tienen ninguna conexión con el fin del tránsito del gas ruso, subraya Omelchenko.

Pero Rusia podría utilizar sus ataques para chantajear a Ucrania y vincular de manera artificial ambas cuestiones a ojos de los ucranianos y de los socios europeos de Kiev, según el experto.

“Ucrania necesita más defensas aéreas de sus socios occidentales, y sanciones más duras contra Rusia”, dice a EFE Omelchenko, que advierte de que cuanto más dure la guerra mayor será la amenaza de colapso para el sistema energético ucraniano.

Rostyslav Averchuk

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