La selección venezolana de fútbol enfrenta este viernes uno de los partidos más cruciales de su historia reciente. El encuentro ante Bolivia, que se disputará en el Estadio Monumental de Maturín, representa mucho más que tres puntos: es la última llamada para un equipo que sueña con asistir por primera vez a una Copa del Mundo.
Ubicada actualmente en zona de repechaje con 15 puntos, Venezuela llega al compromiso con apenas una unidad de ventaja sobre Bolivia. Una victoria es impostergable si aspira a seguir con vida en unas Eliminatorias Sudamericanas que no conceden margen de error. Un empate complicaría el panorama y una derrota, directamente, dejaría sin argumentos reales a la Vinotinto para seguir luchando por la clasificación.
El periodista Antonio Castillo, del diario El Universal, describe la situación como límite. “Se acabaron las opciones, no hay tiempo, es ahora o nunca”, afirma en un análisis que refleja el sentir de una afición esperanzada pero consciente del desafío que se avecina.
Bolivia, pese a su pobre historial como visitante, no será un rival sencillo. Bajo la dirección técnica de Óscar Villegas, el equipo ha mostrado una renovación que combina juventud y experiencia. Jugadores como Miguelito Terceros, Moisés Paniagua y Gabriel Villamil aportan dinamismo, mientras que el veterano arquero Carlos Lampe regresa tras una dura lesión para liderar desde el arco.
Venezuela, por su parte, tendrá ausencias sensibles. Yangel Herrera está suspendido, mientras que Yordan Osorio y el arquero José Contreras quedaron fuera por lesión. La participación de Yeferson Soteldo, una de las principales cartas ofensivas, es incierta debido a una lesión muscular reciente.
Además del componente deportivo, hay una deuda emocional pendiente. En el partido de ida, Bolivia goleó 4-0 a Venezuela en la altura de El Alto, una derrota que caló hondo en el plantel y que ahora buscarán revertir con fútbol y determinación.
Con rivales como Uruguay, Argentina y Colombia en el horizonte, el margen de maniobra se reduce al mínimo. Este viernes, la Vinotinto no solo se juega tres puntos, se juega su historia.