Después de misa…

Después de misa…

Atribulado por mis pensamientos sobre lo que pasa y no pasa en Bolivia. Sobre lo que hizo y no hace Santa Cruz en estos momentos acudí al socorro espiritual.

Saliendo de misa concluyo mis reflexiones y las comparto con Uds. en estos garabatos.

Pues si, este es el primer año en Décadas que Santa Cruz no es el epicentro del conflicto de octubre, las protestas, paros, la agresión y la persecución.

Siempre los otros 8 hermanos miraban la película con pipokas, distantes y hasta cuestionadores por las demandas Cruceñas que a decir de la historia reciente han producido grandes cambios políticos y económicos en beneficio del país.

Nuestras luchas por el respeto a la libertad, la autonomía, derechos colectivos , inclusión, en contra de la colonización territorial y cultural se ha llevado vidas y a dejado amarguras, olvidos y resentimientos.

En la actual coyuntura el grito de los Bolivianos es por la economía y la transformación hacia un estado liberal, en contra del modelo aconomico social y productivo qué casi cumple 20 años entre errores, fracasos y delitos.

Y por supuesto las instituciones Cruceña durante todo este tiempo han estado a la vanguardia. El reclamo por un censo oportuno y transparente, el rechazo a los avasallamientos de la propiedad privada, la exigencia por el suministro normal de combustibles, la apertura de mercados para exportación , la falta de dólares, la biotecnología, el desgano gubernamental en la atención del desastre medio ambiental por los incendios solo por citar algunos.

Entonces como explicar el ánimo de los otrora protagonistas?

En Cochabamba se libran 2 batallas, la política donde 2 verdugos disputan el poder de un partido y la del Narco por mantener el control de los territorios del crimen.

Aunque aun mantengo mi incredulidad intacta sobre la pelea intestina del MAS, podemos decir que a diferencia de las asonadas populares qué terminaron derrocando presidentes en la plaza Murillo, hoy se atrincheran en el eje del poder que sustenta la economía del partido de gobierno y a su líder.

Bolivia se enfrenta a un sordido escenario con actores purulentos, antropofagos, ruines y desalmados. Donde la realidad supera la ficción provocando una normalizacion de lo anormal y un adormecimiento colectivo.

Lo peor, una evidente crisis económica qué llegó y se profundiza con los días. Entonces después de la perorata y el laberinto descrito, lo que pasa en Cochabamba y lo que no pasa en Santa Cruz y los otros 7 departamentos debe ser así?
Insisto en la pregunta. Esto es bueno o malo?

Oscar Vargas Ortiz

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