Quizás es la única ley que está vigente y siempre en constante polémica. Este 2025 cumplirá nada menos que un siglo de historia y de estar presente en el noble oficio del periodismo. Es la Ley de Imprenta que cumplirá cien años de plena vigencia, siempre en el centro de las batallas. Fue promulgada el 19 de enero de 1925 por el presidente constitucional de Bolivia, Bautista Saavedra. Y desde hace un siglo la premisa constitucional que ampara el derecho de los periodistas se ha venido repitiendo de forma clara.
Saavedra, en el Art. 2 de la promulgación del DS, decía:
“Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente ley”.
Y después de cien años, ese concepto se repite con sus matices:
“La información y las opiniones emitidas a través de los medios de comunicación social deben respetar los principios de veracidad y responsabilidad. Estos principios se ejercerán mediante las normas de ética y de autorregulación de las organizaciones de periodistas y medios de comunicación y su ley”, Art. 107, Constitución Política.
La Ley de Imprenta con sus cien años ha sido y es el instrumento que orienta y protege al periodismo boliviano. Su vigencia se debe a tres principios fundamentales que son la esencia y motor del oficio periodístico:
- Constitucionaliza la libertad de prensa: como derecho de los periodistas para informar y de los ciudadanos para expresar sus ideas.
- Instituye el secreto profesional: garantiza el anonimato de las fuentes de información, pilar fundamental para el ejercicio del periodismo, como se establece en el Art. 8 de la Ley.
- Crea tribunales de imprenta: especializados para juzgar el trabajo de los periodistas, aunque en los últimos tiempos se han vulnerado al iniciar procesos judiciales en la justicia ordinaria.
La Ley ha enfrentado presiones gubernamentales, especialmente cuando se intenta obligar a periodistas a revelar sus fuentes en casos de corrupción, narcotráfico u otros delitos vinculados al poder. Sin embargo, sigue siendo una garantía democrática para que la sociedad reciba información veraz y oportuna.
¿Por qué es importante el secreto en materia de imprenta?
- Permite investigar actos de corrupción y nexos ilícitos de funcionarios públicos.
- Protege los recursos naturales y asegura transparencia en contratos estatales.
- Fomenta el ejercicio ético de la función pública y el derecho a la información.
- Fortalece la democracia y los derechos humanos en Bolivia.
En este contexto, el autor llama a las organizaciones de prensa a defender la Ley y activar los tribunales de imprenta, especialmente en un año electoral y convulso.
¡A defender la Ley de Imprenta y a los periodistas!