El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, se pronunció este martes sobre los graves hechos ocurridos en el municipio de Llallagua, departamento de Potosí, calificando la jornada como una de las “más violentas y amargas de la historia reciente del país”, con más de 30 personas heridas como resultado de los enfrentamientos.

A través de su cuenta oficial, el mandatario denunció que los bloqueadores afines a Evo Morales han protagonizado durante los últimos nueve días una serie de hechos que considera delictivos. Entre ellos mencionó agresiones a personal de salud, la destrucción de una ambulancia, saqueos a comunidades, ataques a periodistas y enfrentamientos con la Policía.

“En lugar de condenar esos actos, Morales sale festejando los desmanes y habla de “batalla final”. ¿A qué “batalla final” se refiere? ¿”Final” de qué? ¿A quién le declara la “guerra”? ¿A bolivianas y bolivianos? ”, cuestionó Arce, al señalar que la actitud del expresidente contradice la tradición de lucha democrática del pueblo boliviano.

El jefe de Estado advirtió que la obsesión personal de Morales está poniendo en riesgo la estabilidad del país y el Proceso de Cambio. “¿Cuántas veces tendrá que teñirse de luto el país por la obsesión de destruir el sistema democrático?”, expresó.

En su mensaje, el presidente Arce aseguró que el Gobierno Nacional no permitirá la impunidad y anunció que se pondrá a disposición de la justicia a los responsables de los hechos violentos ocurridos en Llallagua. “No habrá impunidad”, concluyó.