La Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) ha lanzado una contundente alerta sobre la crítica situación económica que atraviesa el departamento, los bloqueos de caminos acumulados entre enero y el 10 de junio de 2025 han generado pérdidas económicas que superan los 1.137,4 millones de bolivianos. Esta alarmante cifra se desprende del más reciente Reporte de Afectación Empresarial, elaborado por la Unidad de Análisis Económico (UAE) de la FEPC, que monitorea continuamente el impacto de los conflictos sociales en la producción.
Desde el inicio del año, se han registrado 286 eventos de conflictividad, sumando 27 jornadas de bloqueo de rutas interdepartamentales y nacionales. Estas interrupciones han afectado gravemente el abastecimiento de alimentos, combustibles e insumos industriales. Solo en los últimos nueve días de cerco total al departamento, con diez frentes de bloqueo activos hasta el martes 10 de junio, las pérdidas se estiman en 800 millones de bolivianos.
El presidente de la FEPC, Juan Pablo Demeure, enfatizó la gravedad de la situación, afirmando que “cada día de bloqueo significa paralización productiva, pérdida de empleos y desabastecimiento. Sin combustibles ni rutas, el país se apaga”. Demeure añadió que lo que se vive hoy no es solo una crisis económica, sino una crisis de institucionalidad, de gobernabilidad y de futuro, y que la empresa privada “es el único motor que sigue funcionando”.
El pronunciamiento empresarial destaca que el bloqueo ha desarticulado el funcionamiento logístico del Parque Industrial Santiváñez, que alberga a más de 140 industrias orientadas a la exportación. Más del 70% de su producción se encuentra detenida, lo que pone en riesgo 3.500 empleos directos e indirectos y paraliza operaciones con mercados externos.
Paralelamente, el sector agropecuario reporta consecuencias devastadoras: más de 4,8 millones de pollos no han podido llegar a los mercados, 20.000 cabezas de ganado lechero están en riesgo de muerte por falta de alimento, y se han dejado de entregar 150.000 litros de leche. Estas circunstancias provocan efectos inmediatos en los precios, la escasez y la pérdida de capital de trabajo.
El documento también subraya que la interrupción de exportaciones valorizadas en USD 10,5 millones diarios, el cierre operativo de dos empresas por día y la imposibilidad de garantizar el abastecimiento a los centros urbanos, agravan un entorno de creciente incertidumbre económica. La situación actual, según el reporte, ya no solo implica pérdidas, sino un riesgo de “quiebre funcional del aparato productivo regional”.
El libre tránsito se ha visto severamente afectado, poniendo en riesgo la estabilidad laboral de miles de trabajadores en diversos sectores. Se estima que 20.372 empleos en comercio, 12.866 en industria manufacturera, 25.978 en servicios, 8.178 en construcción, 488 en el sector agropecuario y pesca, y 273 en minas y canteras, están directamente amenazados. Esto refleja el alto nivel de exposición de la economía regional ante una interrupción prolongada de actividades.
El pronunciamiento empresarial alerta sobre el “deterioro progresivo” de la actividad empresarial ante la fractura del orden legal. La ausencia de un diálogo institucional ha consolidado un escenario de confrontación social, ruptura logística y debilitamiento del Estado de Derecho, lo que implica que “cada hora de bloqueo representa menos empleo, menos ingreso y más presión inflacionaria”.
El documento concluye que, si bien el sector privado ha sostenido la economía incluso en condiciones adversas, no podrá continuar haciéndolo sin garantías mínimas de operación. La recuperación institucional, logística y productiva no admite más demoras. Finalmente, Demeure reafirmó el compromiso de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba con el trabajo formal, la legalidad económica y la preservación del desarrollo productivo del país.