La Paz, 15 jul (EFE).- La Paz, la ciudad sede de Gobierno de Bolivia, celebró este lunes con un desfile de antorchas los actos conmemorativos de la gesta libertaria del 16 de julio, una revolución contra la colonización española en el siglo XIX.
El presidente boliviano, Luis Arce, llegó hasta la casa del prócer y líder de la revolución Pedro Domingo Murillo, donde encendió de la “tea de la libertad”, una antorcha que simboliza la luz que dio impulso a la gesta libertaria de un grupo de ciudadanos rebeldes que se juntaron la noche del 15 de julio de 1809 para después levantarse contra la colonia española.
Arce fue el encargado de encender la antorcha principal en la casa de Murillo, en memoria de los próceres de la libertad de La Paz.
“La tea que ellos encendieron no se apagó ni se apagará en la mente y en el corazón de todas las bolivianas y los bolivianos”, afirmó el mandatario boliviano.
A diferencia de otros años en los que el alcalde de La Paz, Iván Arias, se encargaba de leer el acta de proclamación de la libertad, esta vez fue una concejala de la Alcaldía quien la leyó ante una docena de autoridades nacionales y locales, jefes militares y policiales, y algunos personajes de La Paz.
El presidente boliviano señaló que el aniversario por los 215 años de revolución de La Paz “invita a recordar con gratitud a los héroes y heroínas que forjaron el camino hacia nuestra independencia”.
Recalcó que su gobierno busca que La Paz esté a la vanguardia de Bolivia, con la industrialización como el camino que dará mejores condiciones de vida, mejores empleos e ingresos económicos.
“Nos comprometemos a seguir construyendo, trabajar juntos para un futuro más próspero y equitativo para todos los bolivianos”, agregó el mandatario.
Arce ya había anunciado en la mañana el hallazgo de 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural en un “megapozo” situado en el departamento de La Paz, convirtiéndolo en el “tercer mejor campo productor” del país andino y se estima que generará 6.800 millones de dólares en ingresos.
Después del acto central, el presidente boliviano salió de la casa de Murillo, afuera lo esperaba el alcalde Arias. Ambos se pusieron al frente en la primera fila y a su alrededor se acomodaron las otras autoridades.
Minutos después, todos tenían en la mano una pequeña antorcha encendida y así emprendieron la caminata al son de la banda de los Colorados de Bolivia, una unidad de las Fuerzas Armadas que entonaba el himno a La Paz.
Las autoridades llegaron hasta la Plaza Murillo, en pleno centro de los poderes Ejecutivo y Legislativo, donde el pasado 26 de junio hubo un levantamiento militar, que el Gobierno de Arce denominó “intento de golpe de Estado”.
En la plaza principal de La Paz se armó un escenario donde el mandatario y las otras autoridades se acomodaron para ver el desfile en el que participaron funcionarios del Estado, de otras instituciones, de la Alcaldía, policías, militares y estudiantes, entre otros.
Las bandas de las unidades militares acompañaban el paso de todos los que participaron en el desfile. La caminata terminó en la Plaza del Estudiante, unas ocho cuadras hacia abajo.
Los homenajes por grito libertario de La Paz terminará este martes con una ofrenda floral en la Plaza Murillo y una misa religiosa a la que asistirán las autoridades nacionales y departamentales.