Chualluma, el barrio de colores con rostro de mujer indígena en Bolivia

Chualluma, el barrio de colores con rostro de mujer indígena en Bolivia

El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas, mujeres indígenas del altiplano, que representan el sello de la zona que desde hace cinco años se levanta en una ladera, a casi 4.000 metros de altitud.

Una mujer que vende fruta y verduras, otra que teje, otra que lucha en un cuadrilátero y otras cholas en otros afanes se observan en las estrechas calles de Chualluma, según constató EFE.

El barrio Chualluma, que significa “vertiente cristalina” en el idioma aimara, está situado entre La Paz y la ciudad contigua de El Alto, en la ladera oeste y se le puede ver desde gran parte de la ciudad.

Al menos unas 400 familias viven en el barrio, cuyas viviendas se destacan por los más de 30 murales que hay, en su gran mayoría “en homenaje a la chola y sus costumbres”, contó a EFE uno de los dirigentes de la zona.

Las viviendas tienen las paredes de colores vivos, entre amarillo, rosa, verde y celeste, que se contrastan con el silencio de sus calles a cualquier hora del día, pues no es habitual ver a los vecinos ir de un lugar a otro como ocurre en cualquier otro barrio de La Paz.

“Antes era peligroso porque en las noches venían los ladrones y todos se asustaban, pero ahora ya no es así, ha cambiado”, dijo el dirigente del barrio.

Tomasa Gutiérrez, una mujer indígena, fue la impulsora de que Chualluma se convierta en un barrio de colores y junto a otras personas fueron parte del proyecto que tuvo como principal financiador al Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social.

La casa de Gutiérrez es una especie de sede de la vecindad, está ubicada en la parte alta del barrio y en el tercer piso de la vivienda se instaló una alarma vecinal que se activa ante cualquier emergencia que ocurra en el barrio.

El proyecto del barrio de colores surgió en 2019 y se afianzó en 2020, pero con la llegada de la pandemia de la covid-19 quedó rezagada del interés de la gente.

Durante el segundo semestre de 2020 los turistas nacionales y extranjeros regresaron a visitar Chualluma, tanto que durante los dos años siguientes se convirtió en un lugar turístico y es usual ver a extranjeros caminando por sus calles coloridas.

El proyecto preveía que otros barrios colindantes también se unan a la iniciativa de los murales y colores en las infraestructuras, pero Chualluma sigue siendo el único en un área rodeada de viviendas de ladrillo sin pintar.

Daniela Romero – Agencia EFE

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