La historia de un joven limpiabotas que busca ser reconocido, pese a la paradoja de que quienes se dedican a ese oficio en Bolivia suelen esconder su identidad vistiendo un gorro pasamontañas, se narra en ‘El ladrón de perros’, el filme que representará al país andino en los premios Goya y también en los Forqué.
La película, coproducida con Chile, México, Ecuador, Francia e Italia, fue escrita y dirigida por el chileno Vinko Tomičić a partir de sus recuerdos de infancia de un vecino suyo “que trabajaba como lustracalzados” en su natal Coquimbo, comentó el cineasta a EFE.
“A mí me interesan mucho los personajes que están dispuestos a hacer alguna locura por intentar mejorar la condición adversa en la que se encuentran”, señaló.
Estrenada este año en Tribeca, la cinta se desarrolla en La Paz y cuenta la historia de Martín, un huérfano que trabaja como ‘lustra’, como se llama a los limpiabotas en Bolivia, y que un día decide robar el perro de su mejor cliente, un sastre solitario al que empieza a ver como su padre.
Según el cineasta, la película narra la lucha de Martín “por intentar ser reconocido”, aunque paradójicamente esconde su identidad detrás del pasamontañas que llevan los ‘lustras’ para evitar ser estigmatizados.
“Hay una contradicción muy fuerte entre su deseo y su vestir. Quiere ser reconocido por una sociedad, en el colegio, busca una aceptación cuando, a la vez, él mismo se esconde detrás de una máscara”, apuntó.
De padre chileno y madre boliviana, Tomičić confesó que inicialmente pensó en rodar el filme en Coquimbo, pero cambió de parecer tras visitar La Paz en 2015 para dar un taller de cine a los jóvenes del Hormigón Armado, un proyecto social que trabaja con los ‘lustras’.
“Hice talleres de cine para los chicos y luego de convivir con ellos y de conocerlos, me di cuenta de que mi guión, esta ficción que yo estaba escribiendo, era una historia más de las tantas que tenían estos chicos, que incluso eran mucho más fuertes”, explicó.
Así inició un proceso que tomó ocho años “desde la gestación de la idea hasta el día del estreno”, incluidos de por medio “muchos golpes que no nos permitieron filmar en su momento”, como el suspenso por la pandemia de la covid-19.
Con todo, Tomičić consideró que ese alargue “trajo cosas positivas, como llevar la película a un punto de maduración muy fuerte”.
Orgullo ‘lustra’
El proceso para elegir a los protagonistas también fue largo, hasta que en una de las últimas etapas apareció Franklin Aro Huasco, un ‘lustra’ que “sorprendió” a Tomičić y al equipo de producción “con su interpretación, con el poder de su mirada y con su sensibilidad”.
“Uno pasa mucho tiempo escribiendo un personaje, construyendo un universo a través de la palabra, del guión. Entonces cuando de pronto ocurre el momento en que uno ve ese rostro que creó en su mente y lo ve frente a uno, ahí es cuando uno hace el ‘match’ (la conexión) y con Franklin fue así”, comentó el cineasta.
Aro dijo a EFE que trabajó como limpiabotas desde sus 10 años, filmó la película cuando tenía 16, terminó el colegio en 2022 y actualmente, a sus 20 años, se declara “muy feliz de representar a Bolivia” y que le digan que es un “orgullo” para el país.
El joven destacó la experiencia ganada, el haber perdido miedo a expresarse, además de sentirse “orgulloso de ser lustracalzados”.
Aro ganó una mención honorífica como actor revelación en el festival de Guadalajara y fue reconocido como mejor actor en el de Santiago y en la competencia internacional de Antalya, Turquía, donde Tomičić fue elegido mejor director.
Tomičić señaló que “es un honor” representar a Bolivia en los premios Goya y que “sería maravilloso” quedar entre las cinco finalistas a Mejor Película Iberoamericana.
También destacó que fue una sorpresa estar nominados a Mejor Película Latinoamericana en los premios Forqué, considerados una antesala de los Goya, ya que el filme recién se estrenará en España en marzo próximo.
Aunque, aseguró, el “mayor premio” es la “conexión” lograda con el público “alrededor del mundo”.
Gina Baldivieso – Agencia EFE