Ana Geysel Machado, presidenta de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer del Oncológico de Santa Cruz, y Freddy Zeballos, vicepresidente del Colegio de Bioquímica y Farmacia, alertan sobre el riesgo inminente para el acceso a medicamentos en Bolivia debido a la escasez de dólares. En una entrevista exclusiva con Asuntos Centrales, ambos líderes destacaron la gravedad de la situación, advirtiendo que esta crisis podría resultar en la escasez o el aumento de precios de los medicamentos, especialmente para pacientes con enfermedades crónicas.
Zeballos reveló una creciente inquietud en el sector farmacéuticol comparando el riesgo de escasez de medicamentos a lo experimentado durante la pandemia en Bolivia. "Este problema de los dólares ya ha tenido su efecto en la importación de medicamentos, similar a lo que vivimos durante la pandemia", expresó el vicepresidente, señalando que aproximadamente cinco millones de bolivianos dependen de medicamentos para tratar diversas condiciones médicas.
Por su parte, Ana Geysel Machado describió las consecuencias directas que enfrentan los niños con cáncer. Indicó que la falta de un medicamento clave para la quimioterapia de leucemia ya es un hecho y puede traer graves consecuencias. Esta situación ha llevado a una interrupción en los tratamientos y a un aumento del sufrimiento entre los pacientes y sus familias. "Ojalá no suceda, pero si la situación sigue así, se avecina una gran mortalidad infantil".
Ante esta crisis, ambos líderes hacen un llamado a la acción. El Dr. Zeballos propone la urgente necesidad de una nueva ley de medicamentos que garantice el abastecimiento y el acceso a los tratamientos, especialmente en momentos críticos como el actual. "Necesitamos una nueva ley de medicamento que sea política nacional de estado", enfatizó Zeballos, instando a que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis humanitaria.
Zeballos apuntó contra el marco regulatorio actual, que califica como "obsoleto" en un contexto de crisis sanitaria y económica. La falta de cumplimiento de las regulaciones existentes por parte de los entes fiscalizadores agrava aún más la situación, dejando a la población vulnerable ante la escasez de medicamentos.