El expresidente de Bolivia y líder del oficialismo, Evo Morales (2006-2019), inició este martes una caminata desde el Altiplano hacia La Paz para exigir respeto a su candidatura para las elecciones generales de 2025, en medio de acusaciones del Gobierno de Luis Arce de que busca dar un “golpe de Estado”.
Morales lidera la caminata de unos 187 kilómetros desde la localidad de Caracollo, en la región andina de Oruro, y marcha junto a decenas de mineros, campesinos, obreros e indígenas que son ‘evistas’, es decir, militantes del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) que le son leales.
Antes de iniciar la marcha, los movilizados presentaron una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra para pedir que las deidades andinas les acompañen y también hicieron un mitin con discursos de sindicalistas a favor del exgobernante y críticas al Gobierno Arce.
Los seguidores de Morales sostienen que es una marcha para “salvar a la patria” ante problemas como la escasez de dólares y combustible, y el encarecimiento de algunos productos básicos, para lo cual exigen a “Evo presidente”.
“Cuatro años hemos aguantado y resistido a Luis Arce (…) Ahora estamos en Caracollo para empezar la marcha nacional para salvar Bolivia a la cabeza de nuestro comandante Evo”, dijo el dirigente campesino Ponciano Santos.
Santos acusó a Arce de ser un “traidor”, “dictador” y también un “títere del imperio“, y le advirtió con iniciar un bloqueo de caminos nacional a fin de mes si en los siete días que tomará la caminata hasta La Paz no les convocan a dialogar sobre sus demandas.
A su turno, Morales sostuvo que el “pueblo se moviliza cuando hay una injusticia, cuando hay desigualdad” y aseguró que es una marcha “para salvar Bolivia” y “por las futuras generaciones”.
También expresó su deseo de que el Gobierno les convoque a dialogar esta semana y atienda las demandas planteadas en una reunión que tuvieron a principios de mes los sectores ‘evistas’ en el Trópico de Cochabamba, su bastión sindical y político en el centro del país.
La marcha se realiza en paralelo a un bloqueo de carreteras iniciado por indígenas leales a Morales en poblaciones cercanas al lago Titicaca, que exigen la renuncia de Arce.
En un mensaje televisado, el presidente Arce acusó el domingo a Morales de buscar acortar su mandato con la marcha y los anunciados bloqueos de caminos que, según dijo, terminarán en un “intento de golpe de Estado”.
El mandatario dijo que desde 2020, Morales está dedicado a preparar su propia candidatura y trabajar para que a su Gobierno le vaya mal para aparecer como un “salvador” de Bolivia y “permanecer en el poder otros 14 años o más”.
Morales y Arce están distanciados desde fines de 2021 por diferencias en la Administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS, algo en lo que las facciones leales a ambos no han podido ponerse de acuerdo.
Los partidarios de Morales lo proclamaron varias veces como “candidato único” para los comicios de 2025, mientras que el bloque leal a Arce insiste en renovar la dirección del MAS.
La candidatura de Morales es un motivo de polémica interna en el oficialismo, pues desde el Gobierno se ha insistido en que el expresidente ya no se puede volver a postular, mientras que sus sectores afines defienden que sí puede.
Agencia EFE