Georges Pazos, Director del Fab Lab Santa Cruz, estuvo en los estudios de Asuntos Centrales para hablar sobre los logros del laboratorio de fabricación digital más importante de Bolivia, que cumple su primer año de operaciones.
“El Fab Lab Santa Cruz es un laboratorio de fabricación digital abierto al público, a pesar de estar ubicado en la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). Cualquier persona puede venir, usar nuestras máquinas, y dar vida a sus proyectos, sin importar si se trata de construir un robot o una prótesis”, explicó Pazos.
En un año, este espacio ha transformado ideas en realidades tangibles, desde máquinas que convierten botellas de plástico en fibras textiles hasta impresoras 3D industriales construidas desde cero. “Hemos logrado crear incluso una startup que trabaja en el reciclaje de plástico, transformándolo en productos útiles como rellenos para almohadas o textiles. Es un ejemplo de cómo las ideas pueden convertirse en proyectos concretos”, comentó Pazos.
El Fab Lab también ha colaborado con empresas como Creotec para la fabricación de prótesis. “Uno de los momentos más memorables fue cuando dotamos de brazos prostéticos a Miguel, un joven que los perdió en un accidente laboral. Fue muy especial, ya que coincidió con su matrimonio”, recordó el director.
Para quienes desean formar parte de esta comunidad, el Fab Lab Santa Cruz está abierto de lunes a viernes, de 8:00 a 19:00. “No hay ningún requisito más allá de tener ideas y ganas de crear. Aquí los apoyamos en todo el proceso”, afirmó Pazos.
Además, el Fab Lab Santa Cruz es parte de una red global con más de 2.700 laboratorios en más de 130 países. Esta conexión internacional ha permitido que el laboratorio boliviano participe en eventos como el Fab Lab Fest en México, donde se discutieron desafíos globales como la escasez de agua y la pobreza. “Lo lindo de los Fab Labs es su espíritu colaborativo, no hay barreras ni fronteras. Es un sistema global donde compartimos y aprendemos unos de otros”, destacó Pazos.
De cara al futuro, Pazos imagina un Fab Lab Santa Cruz que continúe creciendo y expandiendo su impacto en Bolivia. “En un año hemos trabajado con voluntarios de nueve universidades y más de 13 carreras. Nuestro objetivo es seguir expandiendo este movimiento colaborativo para que más personas puedan beneficiarse de las tecnologías avanzadas que ofrecemos”, concluyó.