Decenas de personas recibieron este domingo con gritos de 'fuera' y con lanzamiento de barro a la comitiva de los reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, durante su visita a la localidad de Paiporta, epicentro del temporal que azotó el pasado martes a la provincia de Valencia, en la costa mediterránea.
Cientos de voluntarios y vecinos interrumpieron las tareas de limpieza de las calles y sótanos al ver llegar a la comitiva con repetidos gritos de "fuera, fuera" y el lanzamiento de barro y lodo, que alcanzó a los reyes y al resto de autoridades, en un pueblo que sufrió la pérdida de al menos 62 personas por las inundaciones.
Al comienzo de la visita y entre gritos de "asesinos", se vio caer un palo de escoba o de pala junto a la zona donde se encontraba el presidente Sánchez y, a partir de ese momento, fue rodeado por su equipo de seguridad mientras crecía el tumulto y parte del dispositivo de seguridad abría paraguas para proteger a la comitiva del barro y piedras que lanzaban los vecinos.
Los voluntarios se encararon con el rey y el resto de políticos, y los reyes detuvieron el paso para hablar con algunos de los jóvenes que se les acercaban muy alterados, con el propósito de tranquilizarles.
Con la cara manchada de barro, igual que su abrigo, el monarca, acompañado por momentos por Mazón, siguió avanzando por una de las calles principales de la localidad y dialogó con alguno de los vecinos indignados.
La reina también se paró con varias personas mientras seguían los gritos de 'fuera, fuera' y algunos insultos dirigidos a todas las autoridades, y al menos un escolta de la reina sufrió una herida visible en la frente.
Mientras intentaban establecer un cordón de seguridad en torno al rey, una unidad de caballería del dispositivo policial intervino para alejar a los más exaltados.
Esta localidad valenciana, de la que ya se fueron los reyes, era la primera parada de su visita a las zonas más afectadas por las inundaciones.
Otra vez bajo la amenaza de lluvias
Valencia es la región más castigada por los efectos del temporal, con 213 víctimas mortales y continúa volcada en las labores de limpieza de calles, viviendas, comercios y garajes, con más maquinaria, efectivos del Ejército y ayuda de otras comunidades, pero otra vez bajo la amenaza de más lluvias.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene alerta naranja y/o en amarilla diversos puntos de la región, donde se podrían recoger hasta 100 litros por metro cuadrado en doce horas.
Aún así, miles de efectivos profesionales y de voluntarios -hoy con restricciones- volvieron a ser protagonistas de la ola de solidaridad, centrando los esfuerzos en la retirada de lodo, en la entrega de alimentos y de artículos de primera necesidad, y en la búsqueda de los desaparecidos.
Otro de los focos de la jornada está puesto en un centro comercial en las inmediaciones del pueblo de Aldaia, golpeado fuertemente por la tragedia. En su aparcamiento subterráneo, la Unidad Militar de Emergencia (UME) sigue extrayendo agua, porque allí podría haber más fallecidos; esta noche esperan poder entrar a reconocer el lugar.
Según explicó un portavoz de la UME, desde el miércoles hay desplegados equipos extrayendo agua y lodo de este centro comercial, pero aún hay un metro y medio de agua en el aparcamiento y se desconoce cuántos coches y personas pueden encontrarse.
El otro foco de este domingo está en los voluntarios. Miles de personas, tal y como sucedió los días anteriores, se dirigieron a los municipos cercanos a Valencia afectados por las inundaciones para continuar con las labores de limpieza, pese a la prohibición decretada por el Gobierno regional para garantizar la movilidad de todos los servicios esenciales.
Pero ataviados de utensilios de limpieza, se pusieron en marcha por los arcenes.
Hoy también se encontró el cuerpo sin vida de una mujer de 70 años en Letur, Albacete (este), que desapareció el martes arrastrada por la riada junto a parte de su vivienda, con lo que ya son tres la víctimas en la región de Castilla-La Mancha y una más en Andalucía, con lo que suman un total de 217 en toda España.
Agencia EFE