Pobre Premium Plus: La Ilusión de la Clase Media en Bolivia en tiempos de escasez de dólares

Pobre Premium Plus: La Ilusión de la Clase Media en Bolivia en tiempos de escasez de dólares

Gonzalo Chávez Álvarez

Hubo un tiempo en que la clase media en Bolivia soñaba con ascender socialmente. Ahora, tras una serie de eventos desafortunados (léase: crisis, inflación, devaluación encubierta y otras delicias macroeconómicas), ha sido rebautizada como Pobre Premium Plus (PPP), una categoría que combina el estilo de vida aspiracional con la economía de guerra.

Ser un PPP no significa renunciar a los placeres de la vida moderna, sino adaptarlos al presupuesto con creatividad y resignación. ¿Quieres entretenimiento? Tienes tu servicio de streaming, pero con anuncios y calidad SD, como en los gloriosos tiempos del VHS. ¿Quieres estar informado? Suscripción al periódico, sí, pero solo la versión básica, la que te deja leer cinco artículos antes de bloquearte con el clásico “suscríbete para seguir leyendo” (a lo que, obviamente, respondes abriendo una pestaña en modo incógnito).

El Catálogo Exclusivo de Productos y Servicios PPP. Aquí algunos ejemplos de la exquisita curaduría de productos y servicios PPP:

  1. Tarjetas de crédito para compras online máximo 50 dolarcitos al mes: Límite de crédito sospechosamente bajo, pero suficiente para comprar una promo de 2×1 en Padidos ya.
  2. Plan de telefonía móvil: “Limitado”, pero después de los primeros 3 GB la velocidad se reduce a la de un fax en los años 90.
  3. Netflix & Co.: Plan con anuncios y compartido entre seis personas (tres de ellas desconocidas).
  4. Aplicaciones de música: Spotify free, con cortes publicitarios cada tres canciones para recordarte que tu felicidad tiene un precio.
  5. Café de especialidad: Preparado en casa con café deslilado pero servido en un vaso térmico Starbucks. No se puede perder el gloumur y la pose.
  6. Vacaciones: Viajes internacionales, sí, pero con aerolíneas de bajo costo y con una mochila como único equipaje permitido. Casi vijando en pie.
  7. Educación continua: Cursos online gratuitos con certificado opcional por 50 dólares (que nunca se paga).
  8. Tecnología: Laptop de hace cinco años con la pantalla rajada pero con stickers de Apple para mantener la ilusión.
  9. Moda: Marcas de lujo, pero compradas en oferta de ropa usada. Victoria Secret second hand.
  10. Restaurantes: Lugares caros, pero solo en almuerzos ejecutivos o “pagando con puntos de la tarjeta de la tarjeta de credito”.

 

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