La diputada Luciana Campero reveló en una entrevista con Radio Fides que Cindy Saraí, presunta víctima en el caso de trata de personas agravada en el que está involucrado el expresidente Evo Morales, recibió refugio político en Argentina.
Según la legisladora, la decisión fue tomada por el gobierno argentino luego de que Cindy y su madre presentaran cartas detallando el acoso político y las amenazas que han enfrentado por parte del gobierno boliviano y de personas ligadas al expresidente.
Revelaciones en las cartas atribuidas a la madre e hija
La diputada Campero leyó fragmentos de una presunta carta escrita a mano por la madre de Cindy Saraí, donde detalla cronológicamente los hechos.
En 2015, la madre se entera del embarazo de su hija, quien en ese momento tenía 15 años. A pesar de su insistencia, Cindy no le revela quién es el padre.
La madre, activa militante del MAS en ese entonces, relata cómo en 2017 Cindy finalmente confiesa que el padre es Evo Morales y que había sido amenazada para guardar silencio.
La madre, temiendo por la vida de su hija y nieta, y recordando los casos de Gabriela Zapata y Nemesia Chacollo, decide registrar a la niña con el apellido del expresidente. A partir de ese momento, la familia sufre un “calvario apocalíptico” de rechazo, discriminación y amenazas constantes.
Cindy Saraí, en una supuesta segunda carta dirigida a la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), relata su versión de los hechos. Confirma que conoció a Evo Morales a los 15 años en una actividad social, y concertaron un encuentro del que quedó embarazada.
Menciona que Evo le advirtió que no le dijera a sus padres y que, tras el nacimiento de su hija, decidió registrarla con su apellido para dejar constancia de la paternidad sin necesidad de una denuncia.
Acoso político y amenazas
Ambas cartas describen un patrón de acoso y persecución que culmina con su huida a Argentina.
La madre de Cindy Saraí relata que en 2019, un agente del gobierno se presentó en su domicilio en Yacuiba para advertirles que sus vidas estaban en peligro debido a un supuesto atentado de “la derecha”, y que debían abandonar el país de inmediato. Los pasajes fueron comprados por esta persona, que les recomendó ir a Venezuela, Paraguay o Argentina.
La madre de Cindy, sintiéndose acorralada, decidió cruzar a territorio argentino en octubre de 2024 para vivir en la clandestinidad, temiendo por su vida y la de su familia.