El empresario boliviano Juan Carlos Serrate Middagh estaba en tránsito por la terminal aérea de Tocumen de regreso a su país el 7 de noviembre de 2023, cuando fue detenido por agentes del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá. Desde entonces ha vivido un proceso que, a juicio de su familia, es “kafkiano”.
En diálogo con Asuntos Centrales, el coronel y abogado Jorge Santistevan denuncia la detención ilegal del empresario cruceño Juan Carlos Serrate ocurrida en el aeropuerto internacional de Panamá.
Santistevan asegura que una organización delictiva con vínculos políticos está detrás de la detención de Serrate, quien no es extraditable y no tiene ningún antecedente con el narcotráfico. Serrate es propietario de varias empresas y emprendimientos agropecuarios y ganaderos en Santa Cruz.
“Hemos realizado una investigación legal del caso y hemos encontrado una serie de irregularidades que configuran la detención ilegal de Serrate. Se están vulnerando derechos humanos de un compatriota sin ningún tipo de pruebas”, afirmó Santistevan.
“Serrate no es extraditable y no tiene activado ningún sello rojo de Interpol, por lo que no debió ser detenido”, dijo el abogado.
“Hemos obtenidos una certificación de la Justicia de Estados Unidos que señala que Serrate no enfrenta ningún tipo de cargos, menos por narcotráfico”, manifestó.
Por ello, “hemos detectado una organización criminal que se ha activado en la región para realizar extorsiones contra empresarios prósperos de varios países”, destacó.
“Hay una especie de venganza de ciertos sectores de poder que buscan sacar a Serrate del circuito económico”, indicó Santistevan.
El 7 de noviembre Serrate llegó a la terminal aérea panameña procedente de Punta Cana -República Dominicana, donde había asistido al matrimonio de un sobrino y vacacionando– para hacer una escala de dos horas y continuar su vuelo hacia Santa Cruz, Bolivia, reporta el diario La Estrella de Panamá.
Viajaba con su esposa, hijos, hermanos y otros familiares y en la salida del vuelo, pasada las 2:00 de la tarde, fue abordado por agentes de Migración que lo detienen “sin ninguna orden de arresto”, según narran sus hijos Carlos Andrés y Bruna Serrate.
Una nota firmada por Florentino Jean Francois, jefe del SNM en el aeropuerto de Tocumen, es enviada ese 7 de noviembre al subcomisionado Víctor García, jefe de la Oficina de Interpol de la terminal aérea en la que se “solicita la verificación del ciudadano” Juan Carlos Serrate.
La repuesta llega al día siguiente, el 8 de noviembre, en una nota firmada por Garcia que señala “sobre el particular y luego de verificar dentro de la base de datos de la Secretaría de Interpol en Lyon, Francia, el ciudadano boliviano (...) obteniendo resultado negativo de búsqueda a la fecha”.
A renglón seguido en la nota señala que el empresario Serrate “mantiene una orden de aprehensión” por la Fiscalía Superior de Asuntos Internacionales de la Procuraduría de la Nación de Panamá, con fecha del 8 de noviembre de 2023, “por haberse decretado una orden de arresto en su contra el 22 de septiembre de 2022 por el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, por la presunta comisión del delito de conspiración para el tráfico de drogas”.
La orden de aprehensión se emitió un día después de que fue detenido en el aeropuerto de Tocumen por Migración. Para la familia Serrate la incógnita se despejaba y al mismo tiempo iniciaba el calvario que la ha llevado a pisar tribunales de Panamá y Estados Unidos, y exigir respuestas a las autoridades panameñas y estadounidenses por las acusaciones. Han pasado siete meses y el empresario sigue detenido en la Gran Joya.