El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, explicó en entrevista con Desayuno Informado con Asuntos Centrales que la actual escasez de combustible en el país responde a una falta de flujo de divisas, lo que ha dificultado la compra de diésel y gasolina.
Dorgathen detalló que YPFB no maneja directamente las divisas y que la subvención del combustible funciona a través de recursos asignados por el Estado. Sin embargo, actualmente se enfrenta a un “bache financiero” debido a que la Asamblea Legislativa no ha aprobado nuevos créditos, lo que ha limitado la capacidad de importación de combustibles.
“Si hoy se aprueba un crédito en la Asamblea, en menos de 24 horas el combustible estará en las estaciones de servicio”, afirmó el presidente de la estatal petrolera. Explicó que las cisternas ya se encuentran en espera para su despacho, pero que el problema radica en la falta de pagos a proveedores internacionales.
El titular de YPFB también mencionó que la empresa ha ofrecido a los sectores productivos la posibilidad de importar su propio diésel mediante un mecanismo de comercialización en bolivianos. Sin embargo, hasta el momento, aunque más de 100 empresas han iniciado trámites, solo 25 han completado el proceso, y ninguna ha comenzado con la importación efectiva.
Respecto a los bloqueos de sectores productivos, Dorgathen señaló que estas medidas de presión no solucionarán el problema y, por el contrario, afectan la distribución del combustible que ya está en circulación. “No es que no haya diésel, sino que estamos operando con un flujo reducido del 60 al 70% de lo habitual“, aclaró.
Finalmente, indicó que el Gobierno está trabajando en alternativas para mejorar el flujo de divisas, aunque advirtió que una solución definitiva tomará más tiempo. Mientras tanto, el suministro continuará dependiendo de la disponibilidad de recursos para la compra de combustible en el mercado internacional.