El expresidente de Bolivia y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, reportó este domingo un ataque armado contra su vehículo mientras se trasladaba a su programa radial en Kawsachun Coca. El incidente, que dejó herido a su chofer, ocurre en un contexto de alta tensión política y en coincidencia con eventos clave que sacuden el panorama nacional.
Detalles del ataque
Morales relató en su programa que el ataque se produjo a las 6:25 a.m. mientras se dirigía desde Villa Tunari hacia Lauca Ñ. Según su versión, cuando pasaban frente a la puerta de la Novena División, fueron interceptados por dos vagonetas. “Nos sorprendieron dos vagonetas”, afirmó, y explicó que en ese momento escucharon varios disparos, confirman que son cuatro, uno de los cuales impactó en una de las llantas del vehículo. Tras el incidente, Morales y su equipo cambiaron rápidamente de vehículo. “Rápidamente cambiamos a un segundo carro y picamos (corrimos) en ese carro”, indicó en su programa radial.
El segundo vehículo también fue alcanzado, recibiendo 14 disparos, mientras que el primero quedó con la llanta dañada y al menos cuatro impactos de bala. Su chofer resultó herido en la cabeza y en el brazo, pero, según Morales, lograron escapar ilesos. “Felizmente salvamos la vida”, declaró.
Tensión política en aumento
El ataque ocurre el mismo día en que el periodista español Alejandro Entrambasaguas tenía previsto revelar pruebas en un caso de estupro que involucra a Morales. Además, la noche anterior, el presidente Luis Arce Catacora había posicionado al nuevo Alto Mando Militar, lo que algunos analistas consideran una decisión clave en el contexto político actual.
Morales, sin titubear, culpó directamente al actual presidente y su exministro de Economía, Luis Arce, por el atentado. “Lucho se volvió loco”, declaró, señalando al mandatario como responsable de los disparos que pusieron en peligro su vida y la de su equipo.
Contexto de protestas y bloqueos
Este ataque se produce en medio de un clima de creciente tensión en Bolivia. En Cochabamba, los bloqueos organizados por sectores afines a Morales ya cumplen 14 días, afectando gravemente la región. La polarización aumenta en un escenario donde las acusaciones mutuas entre líderes del MAS y el gobierno intensifican la desconfianza y el malestar social.
Morales, al llegar a Shinahota tras el ataque, reafirmó su compromiso con las movilizaciones y dejó claro que este atentado no lo detendrá en su lucha. La coincidencia de estos eventos —revelaciones periodísticas, cambios en la cúpula militar y enfrentamientos internos en el MAS— dibujan un panorama incierto y convulsionado en la política boliviana.