Fenómeno de El Niño cede y las lluvias alientan la campaña de verano

Fenómeno de El Niño cede y las lluvias alientan la campaña de verano

Fenómeno de El Niño cede y las lluvias alientan la campaña de verano

Las lluvias de febrero son inusuales y están ayudando a fortalecer los sembradíos. Son buenas noticias para el agro.

El fenómeno climático de El Niño es sinónimo de altas temperaturas y períodos de sequías y, en el caso de Santa Cruz, se traduce también en lluvias poco frecuentes y poco ntensas, tal como ocurrió en la campaña de invierno del 2016 con resultados altamente negativos en los cultivos de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía.

Lamentablemente este evento atmosférico, vigente desde el 4 de julio de 2023 en el planeta, se manifiesta con el calentamiento de las aguas del Pacifico Ecuatorial, trayendo consigo el aumento de las temperaturas y escasas precipitaciones, ha afectado no solo en impedir alcanzar la superficie de siembra proyectada por ejemplo de Soya, prevista en este verano en 1.214.000 Ha y solo se cubrió 1.100.000 Ha. Además de impactar en el desarrollo del cultivo por la falta de humedad en el suelo.

Las recientes lluvias registradas durante el mes de febrero, principalmente la última de la semana del 18 al 25, generan un aliento de esperanza a los productores de soya, maíz y sorgo, sobre todo del este, y de choclo y frejol, en el Chaco Cruceño, respectivamente, que sembraron tardíamente en enero o resembraron por las sucesivas afectaciones por la falta de lluvias durante la campaña de verano.

Este nuevo escenario de regularidad de precipitaciones con la intensidad requerida, obedece a la evidente disminución de la potencia de El Niño, reflejada en el último reporte emitido el 16 de febrero del 2024 por la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional de este fenómeno en el Perú, estimando que ahora son más probables las condiciones cálidas- moderadas en febrero y cálidas- débiles en marzo y que en abril pasarán a ser neutras.

Eso explica las recientes lluvias como también las futuras precipitaciones que todavía restan del periodo anual que concluye en marzo, propiciando expectativas positivas de rendimientos en esta magra campaña de verano, y aunque no serán los óptimos, ayudarán a amortiguar la inversión y ojalá dejen algún rédito.

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