São Paulo, 31 mar (EFE).- Víctimas de las dictadura brasileña y activistas de derechos humanos marcharon este domingo en São Paulo para rememorar los 60 años del golpe militar, entre críticas al presidente Luiz Inácio Lula da Silva por su decisión de no realizar actos oficiales.
"¡Dictadura nunca más!" y "¡castigo a los generales!", corearon las decenas de personas concentradas frente al edificio del DOI-Codi, el mayor centro de torturas de opositores al régimen militar (1964-1985).
Los manifestantes pidieron al Gobierno, entre otras cosas, el establecimiento de una política de memoria y la reinstauración de la Comisión Especial de Muertos y Desaparecidos Políticos, algo que Lula prometió pero que todavía no ha cumplido.
Amelinha Teles, antigua militante comunista de 79 años que fue torturada durante semanas en el DOI-Codi, reivindicó la necesidad de recordar el golpe de 1964 que derrocó al Gobierno de João Goulart porque "la democracia no se hace con olvido".
"En Brasil no existe una política de Estado sobre la memoria", aseguró a EFE Teles, quien portaba una pancarta con la fotografía de una mujer asesinada durante la dictadura.
La activista está luchando para que el DOI-Codi se convierta en un memorial sobre la resistencia al régimen militar, porque por el momento no hay siquiera una placa que mencione el pasado oscuro de este lugar.
Muchos de los asistentes a la marcha se declararon decepcionados por la negativa de Lula de conmemorar la fecha, en un momento en que las relaciones con el Ejército están tensas por las investigaciones policiales sobre una supuesta trama golpista para mantener al expresidente Jair Bolsonaro en el poder.
Aunque algunos ministros del Gobierno sí recordaron el aniversario en redes sociales, el presidente optó por un perfil bajo y hasta esta tarde se había limitado a felicitar el domingo de Pascua.
"Es un error. Todavía hoy hay una amenaza de golpe", declaró a EFE Liege Rocha, de 79 años y quien fue arrestada tres veces durante la dictadura por su militancia política.
La Policía brasileña investiga la participación de Bolsonaro, de dos exministros de Defensa durante su Gobierno y de otros miembros de la cúpula militar en un intento de anular los resultados electorales que dieron la victoria a Lula en 2022.
El fantasma del golpismo es lo que llevó a Daniel da Silva, estudiante de Administración de 19 años, a acudir a la marcha, pese a que el golpe del 64 le quede lejos.
"Falta concientización; los brasileños tienen la memoria muy corta", afirmó.